Esta noticia es una publicación original de Cinemascomics.comEl mismísimo James Cameron ha dado su bendición a Predator: Badlands, la nueva y arriesgada película de Dan Trachtenberg, y lo ha hecho de una forma tan legendaria que parece sacada de un guion de ciencia ficción. Sí, el creador de Terminator y Avatar se cruzó con el responsable de Prey… y el resultado fue un momento más épico del que puedas imaginar.Porque cuando uno de los grandes del cine te dice “esto va a funcionar”, no hay fuerza en el universo que te frene.¿No te parece brutal? Y si te gustan este tipo de encuentros imposibles, comenta abajo y síguenos en Google News para no perderte ninguna locura como esta.Predator: Badlands, cuando los depredadores cambiaron de bandoDan Trachtenberg no falla una. Después de 10 Cloverfield Lane y Prey, el director regresa con Predator: Badlands, una película que no solo amplía la franquicia iniciada en 1987, sino que la reinventa desde dentro. Esta vez, el cazador se convierte en protagonista. Sí, has leído bien: el Yautja, la criatura que durante décadas ha sido la pesadilla de la humanidad, toma el centro del escenario.El resultado es tan arriesgado como prometedor. En Predator: Badlands, conocemos a Dek (interpretado por Dimitrius Schuster-Koloamatangi), un Yautja exiliado de su clan que busca redimirse enfrentándose a la criatura más letal del universo. Pero no lo hará solo. A su lado estará Thia (Elle Fanning), una sintética de la corporación Weyland-Yutani. Él tiene honor y garras. Ella, cerebro y cables. Juntos forman un dúo imposible en un planeta hostil que parece sacado de los sueños más febriles de Ridley Scott.Predator: BadlandsDe Nueva Zelanda a los confines del universoSegún el THR, el rodaje de Predator: Badlands llevó a Trachtenberg hasta Nueva Zelanda, donde buscaba ese entorno exuberante capaz de transmitir la sensación de estar en otro planeta. Y fue precisamente allí donde recibió una invitación inesperada: James Cameron, el director de Aliens y Avatar, lo quería en su estudio de Wellington.Trachtenberg condujo ocho horas para encontrarse con su ídolo. En la sala de montaje de Avatar: Fire and Ash, le contó su plan para Predator: Badlands. Cameron lo escuchó con atención, y cuando se sentaron a cenar, lanzó una frase que el director nunca olvidará:“He estado pensando en lo que haces… y creo que va a funcionar”.Con esas palabras, Cameron no solo le dio su bendición, sino también la energía que necesitaba para seguir adelante con el proyecto. “Fue como si me diera viento en las velas”, confesó Trachtenberg, que volvió a Auckland dispuesto a demostrar que hasta los depredadores tienen alma.El truco mental de CameronLo curioso es que, meses después, durante la postproducción de Predator: Badlands, Cameron volvió a ver la película… y confesó que al principio no creía que fuera a funcionar.“Cuando escuché lo que ibas a hacer, pensé que no iba a salir bien. Pero vaya, lo lograste”,dijo entre risas.¿Y entonces? ¿Mintió la primera vez? ¿O simplemente sabía lo que Dan necesitaba oír? Trachtenberg lo tiene claro: “Es un auténtico maestro Jedi. Sabe exactamente cómo motivarte para que termines lo imposible”.La relación entre ambos se convirtió en una especie de mentoría a distancia. Cameron, que lleva décadas explorando los límites de la ciencia ficción, vio en Predator: Badlands algo especial: una visión nueva para una saga que muchos daban por agotada.Tráiler de Predator: BadlandsUn nuevo código de honorEn Predator: Badlands, Trachtenberg abre una puerta que nadie se había atrevido a empujar: ¿y si el Depredador no fuera el monstruo, sino el héroe de su propia historia? “Desde 1987, el personaje siempre ha tenido un código, una inteligencia y un sentido del honor. No era un simple asesino, sino un guerrero con principios”, explicó el director.Por eso decidió contar una historia que explorara ese código sin caer en la trampa de la sobreexplicación. No es una precuela ni un documental sobre los Yautja: es una aventura pura, con acción salvaje, emociones y una estética de ciencia ficción desbordante.Y sí, hay decapitaciones, extremidades volando y todo lo que esperas de una película de Predator: Badlands. Solo que esta vez, la sangre es verde y el aceite es blanco, lo justo para esquivar el temido R-rating y mantener la intensidad sin perder público.Cameos, conexiones y guiñosLos fans atentos reconocerán algunos guiños al pasado de la franquicia. Aunque Trachtenberg no quiso convertir Predator: Badlands en un cruce directo con Alien, sí juega con la mitología compartida. Weyland-Yutani, esa empresa omnipresente en el universo de Alien, tiene aquí un papel crucial a través de la androide Thia.Y si eso no fuera suficiente, Badlands llega poco después de Predator: Killer of Killers, que recuperó a los personajes de Arnold Schwarzenegger y Danny Glover, los héroes originales de la saga. Con esos cameos y los nuevos protagonistas, el futuro del universo Predator se abre de par en par.Predator: BadlandsShane Black se rinde ante TrachtenbergEl respeto no solo llegó desde Cameron. Shane Black, director de The Predator (2018) y guionista del clásico de 1987, también alabó a Trachtenberg: “Arruiné la saga, y él la ha vuelto a hacer grande.”Trachtenberg, entre risas, contó cómo se conocieron en los Saturn Awards y cómo el creador de The Boys fue testigo de aquel momento surrealista. “Ver a Shane Black con una camisa de Monster Squad diciéndome eso fue como entrar en un sueño geek”, recordó.El cazador que encontró su almaQuizá por eso Predator: Badlands no sea solo una película más de acción, sino una reflexión sobre lo que significa medirse a uno mismo. “El Depredador busca al más digno, y todos hacemos lo mismo en nuestra vida. Nos comparamos, luchamos por superarnos. Es un espejo emocional que da para historias infinitas”, dice Trachtenberg.Y es que, aunque esté llena de explosiones, sangre y criaturas imposibles, Predator: Badlands también tiene corazón. La historia de Dek y Thia, dos seres marginados que aprenden a confiar el uno en el otro, demuestra que incluso en los confines del universo hay espacio para la redención.Cameron, el cazador de sueñosAl final, James Cameron tuvo razón: Predator: Badlands funciona, algo que la gente podrá descubrir a partir del 7 de noviembre en cines. Funciona porque arriesga, porque reinventa, porque recuerda lo que hizo especial al Depredador original: su mezcla de brutalidad y nobleza, de fuerza y honor.Y tal vez por eso Cameron vio en Trachtenberg algo de sí mismo: otro soñador que desafía las probabilidades, que crea mundos imposibles y que, a veces, necesita escuchar un simple “va a funcionar” para seguir adelante.¿Tú también crees que Predator: Badlands puede marcar un antes y un después en la saga? Cuéntamelo en los comentarios.Recuerda que toda la saga está en Disney Plus con este enlace.Esta noticia ha sido publicada por Cinemascomics.com