Espeleosocorro sin Fronteras ha logrado un hito en el ámbito del rescate técnico internacional. El conjunto andaluz, formado por Pepe Merino, Emilio Rodríguez, Conchi Caro, Francisco Mariscal, Alonso Codes, José Luis Rubio y Berni Orihuela, se ha proclamado campeón del GrimpDay South América, la competición más exigente del continente en operaciones de rescate.El evento, celebrado en Chile, reunió a los equipos de élite de distintos países. Espeleosocorro sin Fronteras no solo consiguió el primer puesto de la clasificación general, sino también el premio especial al espíritu de equipo, concedido por votación de todos los participantes.[articles:344764]Según explicó Berni Orihuela a lavozdelsur.es, “quedar primero es el resultado de mucho trabajo detrás, pero que compañeros con los que compites te valoren de esta forma y te reconozcan es algo que te llena de orgullo”. Añadió que este reconocimiento “es casi más importante que el primer puesto” y agradeció el trato recibido en Chile, donde la organización los acogió con gran cercanía.Una de las impresionantes pruebas.El equipo valoró el campeonato como una experiencia intensa, técnica y emocionalmente exigente, que puso a prueba tanto sus habilidades como su coordinación. Cada día presentó escenarios diferentes, desde acantilados y puentes hasta barcos y auditorios, diseñados para simular rescates reales en condiciones extremas.Tres días de vértigo, técnica y compañerismoEl primer día comenzó con un desafío en los acantilados, un entorno dominado por el viento y la altura. El equipo montó un sistema de trípode y ejecutó la evacuación con precisión. Terminó la prueba “con una sonrisa y la sensación de que el esfuerzo y la coordinación valen oro”. En la segunda prueba, ambientada en un puerto, el objetivo fue rescatar a un herido suspendido a media altura. El procedimiento se completó en apenas 16 minutos, con una ejecución que el propio grupo calificó de “elegante” y “sin apenas fallos”.[articles:341856]El tercer escenario, en un puente de autopista a 40 metros, incrementó la dificultad. Los andaluces montaron el sistema de descenso desde la parte superior y completaron la maniobra con un tiempo récord. La sensación final fue de “confianza total y equipo en modo máquina”. La jornada culminó en un gimnasio escolar, lleno de obstáculos y tirolinas, donde debían rescatar a un herido entre péndulos. Tras una hora de trabajo intenso, lograron finalizar con éxito, “entre risas y la satisfacción de la misión cumplida”.El equipo andaluz de rescate, en acción.El segundo día trajo nuevos retos. La primera maniobra tuvo lugar en un auditorio de 30 metros de altura, donde debían evacuar a una víctima desde las gradas superiores. Lo hicieron en 26 minutos, sin errores.La siguiente prueba, más compleja, consistió en trasladar una camilla mediante una tirolina a través de un enrejado. A pesar de los contratiempos, lograron completar la tarea en una hora, demostrando su capacidad para adaptarse y mantener la calma en situaciones críticas. El día concluyó con una intervención en un barco mercante, donde accedieron por cuerdas, estabilizaron al herido y descendieron nuevamente al punto de partida. Fue, en palabras del equipo, una “experiencia exigente pero espectacular”.Mucho más que un logro deportivoEl tercer y último día estuvo marcado por la tensión y la precisión. En el péndulo del auditorio, debieron cruzar un vacío de 25 metros, estabilizar a la víctima y bajarla con un sistema de tracción. “Cada movimiento contaba, cada cuerda, cada nudo, cada orden del equipo”, relataron tras la prueba.A continuación, se desplazaron al entorno natural del monte, donde evacuaron a una víctima en una zona escarpada. El terreno irregular y la vegetación dificultaron la maniobra, pero la coordinación fue clave para culminar con éxito el rescate.[articles:310408]El cierre llegó con la vertical del auditorio, una operación médica a 40 metros de altura. Allí, el equipo ejecutó maniobras de RCP instrumental (IRCP) y un descenso final por tirolina que fue aplaudido por el público. La camilla cruzó el aire “en un silencio que solo rompieron los aplausos de quienes observaban desde abajo”.Otra de las pruebas de rescate llevadas a cabo por Espeleosocorro sin Fronteras en Chile.El final de la jornada fue una mezcla de agotamiento y euforia. Tras tres días de competición, el equipo resumió la experiencia como una demostración de entrega, precisión y pasión por salvar vidas.Para los integrantes de Espeleosocorro sin Fronteras, el triunfo no fue solo un logro deportivo, sino un reconocimiento a años de preparación y a un modelo de trabajo en equipo basado en la confianza y el respeto mutuo.Berni Orihuela subrayó que lo más valioso de esta experiencia ha sido el espíritu compartido con otros grupos internacionales y el extraordinario trato que han recibido por parte de la organización. El grupo regresará a Andalucía con dos trofeos en las manos tras llevar al rescate técnico español a lo más alto del podio sudamericano.