Pepa (71 años) y Pepe (67), una historia de película que acaba en boda

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La historia de Pepa y Pepe parece sacada de una película, pero es real como la vida misma, que nunca deja de sorprender. En noviembre de 2024, Pepa, una mujer viuda de 71 años y natural de Puerto Serrano (Cádiz) llegó a la residencia Seniors Tarifa. Esa misma mañana, Lorena Martínez, animadora sociocultural del centro, la presentó al resto de los residentes y la incluyó en uno de los grupos para que empezara a familiarizarse con el lugar y hacer dinámicas en equipo. Y allí estaba Pepe, un hombre separado de 67 años procedente de Sanlucar de Barrameda (Cádiz) y que vive en esta residencia tras haber dedicado su vida a la exportación de pescado en Algeciras. «Lo suyo fue atracción a primera vista», recuerda esta animadora. A partir de entonces Pepa y Pepe no se han separado. Ella, que tiene una gran energía y vitalidad, se ha convertido en su sombra y le acompaña a todas las actividades llevándole en su silla de ruedas y atendiéndole a cada cosa que necesita. Los residentes han sido testigos de sus charlas cotidianas, de sus sonrisas espontáneas, de esta buena relación que ha conquistado a todos. No tardaron en llegar los rumores y las bromas sobre su amistad: «siempre juntitos, ¡eh?», «ya no podéis estar el uno sin el otro»... Tal era la alegría que mostraban al compartir momentos juntos que un día Lorena Martínez les comentó también bromeando, «como sigáis así os voy a tener que organizar la boda ». Lo que en principio fue sólo un comentario se convirtió en un deseo sin marcha atrás. «Tanto uno como otro se acercaban a mi oficina y me preguntaban cuándo se iba a celebrar, cómo sería la ceremonia... Si me veían por el pasillo me decían que de qué manera debían vestirse... Me insistieron tanto, les vi con tanta ilusión, que no me quedó más remedio que planificar una ceremonia para ensalzar su relación y demostrar abiertamente que el amor no tiene edad ni entiende de límites ni convencionalismos «. Con el apoyo de varios compañeros, esta animadora organizó todo para realizar el sueño de estos dos residentes. Preparó un vestido de dos piezas para Pepa con una mantilla y una diadema a juego con flores , mientras él vestía traje, aunque finalmente no se puso la chaqueta por el excesivo calor que hacía el pasado 9 de julio. La ceremonia para ensalzar su amor se celebró en la sala de visitas del centro. Allí acudieron cerca de 60 personas entre residentes, profesionales del centro y familiares de 'los novios'. «Al comienzo del emotivo encuentro -recuerda Lorena Martínez- un compañero dio un pequeño discurso para poner en valor la importancia del amor en las personas mayores, de la ilusión por vivir, por encontrar compañeros de vida que te escuchan, te apoyan y acompañan. Un nieto de Pepa hizo de su padrino, y una de nuestras gobernantas de madrina de Pepe. Los dos hablaron y dieron las gracias por organizar la ceremonia y transmitieron lo felices que se sentían por la celebración». Posteriormente, varias compañeras del centro Seniors Tarifa hicieron una actuación y cantaron canciones. «Organizamos un aperitivo, el baile y culminamos la celebración con una tarta con sus correspondientes muñecos de boda», destaca Martínez. Añade que este tipo de actos demuestra cómo en los centros residenciales no sólo hay que atender la salud física de los mayores, sino también la emocional. «La atención siempre debe estar centrada en las personas, en sus preferencias, gustos, pretensiones e ilusiones. Se trata de transformar vidas a través de experiencias auténticas y humanas . Es una pequeña demostración para que todos los que fuimos testigos tengamos muy presente que aunque se tengan muchos años s iempre hay que tener ganas de vivir y de comenzar algo nuevo ».