Francia pone en el punto de mira la venta de muñecas sexuales con rasgos infantiles

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Los gigantes asiáticos del comercio electrónico, enfrentan una polémica nunca antes vista en Francia. El pasado sábado la unidad antifraude del país denunció que Shein vendía muñecas hiperrealistas para un uso erótico con apariencia infantil. Las figuras, de aproximadamente un metro de altura y diseñadas para representar a una niña pequeña —algunas incluso agarrando un oso de peluche—, se vendían a un precio de 190 euros bajo la descripción de «muñeca sexual con cuerpo erótico y genitales realistas» . Ante este suceso, el ministro de Economía galo, Roland Lescure, detalló que la descripción «dificulta poner en duda la naturaleza de pornografía infantil del contenido » y señaló que «si este comportamiento se repite, tendremos derecho y, lo pediré, a prohibir el acceso de Shein al mercado francés». Lescure precisó que «por actos terroristas, por tráfico de estupefacientes y por objetos 'pedopornográficos'», el gobierno tiene derecho a pedir la prohibición del acceso al mercado nacional . El ministro subrayó además que este tipo de prácticas dañan gravemente la confianza de los consumidores y que las autoridades francesas reforzarán los controles sobre las plataformas de venta online que operan en el país, especialmente aquellas que importan productos directamente desde Asia sin pasar por distribuidores europeos. En concreto, la fiscalía de París anunció que abrirá una investigación a AliExpress, Temu y Wish , los mayores competidores de Shein, por la posible venta de contenido pedófilo, entre ellos muñecas de niñas que tengan un fin sexual. Cabe recordar que en estas plataformas también venden productos particulares, por lo que en muchas ocasiones ni la propia AliExpress o Shein son conscientes de qué se ofrece al consumidor bajo su nombre. Por su parte Shein, ante la amenaza de cerrar todo su negocio en Francia, realizó un comunicado el pasado lunes en el que indicaba que los productos en cuestión fueron retirados «inmediatamente de la plataforma tan pronto» como tuvieron conocimiento de estas «importantes deficiencias» . La empresa, que actualmente tiene su sede en Singapur, añadió que tiene una «política de tolerancia cero» hacia cualquier contenido o producto que viole sus políticas internas o las leyes aplicables. Ante la escala de los hechos y el eco mundial que suscitó esta práctica, que por el momento Shein no ha querido detallar desde cuándo han estado las muñecas a la venta, el gigante asiático anunció a última hora del lunes que iba más allá y que prohibía la venta de todo tipo de muñecas sexuales —con apariencia infantil o sin ella— en sus sitios web de todo el mundo. Quentin Rufflat, portavoz de Shein en Frencia, describió a la emisora RMC lo sucedido como «grave, inaceptable e intolerable». Atribuyó la venta de las muñecas a «un fallo interno, un fallo en nuestros procesos y gobernanza» . «Evaluamos la situación y respondimos rápidamente», añadió. Esta controversia surge justo cuando la marca de moda online se prepara para inaugurar hoy su primera tienda física en el mundo, en concreto en el centro de París. La venta de este tipo de juguetes sexuales, una paso más allá de las muñecas hinchables, tenían hasta hace poco un nicho de mercado en el continente asiático. No obstante, en los últimos años el mercado se ha expandido enormemente y actualmente está valorado en más de 6 mil millones de dólares. Este tipo de consumo sexual encuentra sus raíces en Japón , el principal productor de estos productos. Cuenta, concretamente, con una de las industrias pornográficas y de juguetes eróticos más imponentes del mundo. Y allí estas muñecas, que en Shein se vendían por casi 200 euros, pueden alcanzar incluso los 6.000 euros.