La tarde comenzó con un cielo de plomo y alertas meteorológicas de esas que se escuchan mucho y se atienden poco. La presidenta de la Comunidad, una política socialista que había podido gobernar gracias a la colación con la ultraizquierda, tenía programado un almuerzo de trabajo con un guapo presentador de televisión, ahora dedicado a la conducción de eventos empresariales y a la formación de directivos. Nada fuera del guion: política y comunicación, dos mundos que se cortejan con frecuencia. El encuentro se celebró en un discreto restaurante del centro. Eran las tres de la tarde y la lluvia ya empezaba a golpear los ventanales con una cadencia que presagiaba problemas. En la mesa se hablaba de medios, de narrativa... Ver Más