Si nos fijamos en la cantidad de premios y galardones que se otorgan en las distintas esferas de la vida pública, organismos, entidades, asociaciones de todo tipo, etc, convendrán conmigo en que, a veces, resulta difícil distinguir unos de otros. Así, es rara la semana que los medios de comunicación no anuncian las personas y entidades premiadas por no tal o cual motivo. Personalmente hay uno en el que me he fijado y ha despertado mi interés, pues reconozco que lo ignoraba creo por completo . El Premio Menina que conceden las delegaciones del Gobierno de la Nación. Y lógicamente me fijo en el que se ha hecho públicamente estas fechas y en concreto en Castilla-La Mancha este año. Según parece, el Premio Menina fue creado en 2012 durante el mandato de Mariano Rajoy por la Dirección General de la Violencia de Género. Ello trajo consigo la aparición de cierto número de puestos de trabajo de esos que las distintas administraciones suelen inventarse para contentar al menos a parte de su parroquia. El espíritu y esencia del premio sirve para reconocer, como he dicho, a personas, instituciones u organizaciones que se han distinguido en el r econocimiento de la igualdad entre los hombres y mujeres . Cabe recordar que menina, en portugués, significa niña. Y así se conocían a aquellas jóvenes que servían en el siglo XVII en el palacio real. Aterrizando, en esta edición del año que está cercano a finalizar, entre otros, se han concedido los premios a la Universidad de Castilla-La Mancha; al festival Cibra y a la cantante y actriz Ana Belén. Recuerdo de nuevo que el premio se concede por «el compromiso con la igualdad de género». Y en esta magnífica cantante y actriz es donde digo: Stop. No he leído ni sabido en todo el año los casos en que esa mujer ha defendido los derechos de la mujer o se ha manifestado en algún caso concreto contra la igualdad de género. A Ana Belén, no puede negarse la presencia en numerosas manifestaciones en contra del Gobierno de turno de la llamada derecha o ultraderecha; en participación de tertulias o programas de lo denominado por ellos mismos como progresistas, de aquella gilipollez de los de la ceja… O es que, podemos inferir que las personas que ocasional o puntualmente se ponen detrás de una pancarta con el sesgo de violencia de género, está haciendo de verdad algo. Perdonen, pero tengo mis dudas. De los otros premiados me callo, ya que ignoro la labor realizada para que el jurado se haya fijado en ellos y les hayan premiado. Pero en Ana Belén, sí me gustaría saber los criterios y acciones que la han aupado a ese podio . Sí recuerdo de ella, que cobra una pasta elevada por cada actuación, que sí, efectivamente sigue teniendo un caché, carisma y actitudes para el cine y la canción. Pero con el Premio Menina, la verdad, tendrán que explicármelo. También recuerdo cómo hace cerca de dos décadas actuó en las fiestas del Corpus o en la feria de agosto en la Plaza del Ayuntamiento y la entrada fue bastante floja. Tuvieron pagarla con el porcentaje que el Ayuntamiento tenía destinado para el 0,7% que se entregaba para obras benéficas y la pobreza. Por cierto, tampoco sé, si esto aún continúa haciéndose. O se me ha pasado, está consolidado o es que lo han suprimido. Estaré atento para sabe,r cuándo lo hagan público, quienes han sido los miembros del jurado de este año, aunque me soplan suelen repetirse algunos años. Y reconozco que me he perdido pocas actuaciones en directo aquí o en Madrid de Ana. Pero una cosa es cantar y otra 'bailar'. Y aprovecho para decir que esos pequeños mítines que suele ofrecer al comienzo de la actuación o en el intermedio sobran. Los mítines hay que dejarlos, ceo, para los políticos y para los que viven de ellos.