El Barcelona está tocado y casi hundido. Después de la pañolada ejecutada por el Palau tras la derrota ante el Madrid en el primer clásico del curso, los azulgranas, este domingo, sumaron su enésima calamidad tras caer en casa del Girona , uno de los últimos clasificados en la liga ACB, por 18 puntos (96-78). La derrota, aunque muy merecida por parte del bando local (Pep Busquets estuvo fantástico con 18 puntos), evidenció los problemas del gigante catalán, que encadenó su tercera derrota consecutiva en la competición doméstica tras las sufridas ante el UCAM Murcia (78-81) y el Lleida (86-91). El juego del Barça fue paupérrimo, con actuaciones indignas de sus hombres más en formas, como Shengelia (seis puntos) o Clyburn (0). Solo se salvaron de la criba Laprovittola (15), que acaba de volver de una lesión, y Willy Hernangóme z, que pese a no contar con demasiados minutos desde el inicio de la temporada, fue capaz de sumar 18 tantos. Además de los jugadores, es Joan Peñarroya, técnico azulgrana, uno de los más tocados tras la nueva debacle. El pasado curso ya estuvo a punto de ser despedido tras no sumar ningún título y, aunque en verano la dirección deportiva comandada por Josep Cubells y Juan Carlos Navarro decidió darle una última oportunidad, ahora parece que su despido podría estar más cerca que nunca. Laprovittola , muy tocado tras el duelo, reflejó el caos que impera en el vestuario: «Tenemos que hacer una autocrítica muy fuerte, el tercer cuarto que hemos hecho es una vergüenza. Creo que entendería si el club decide cambiar de entrenador», aseguró el base argentino ante la prensa catalana. El propio Peñarroya , además de tildar el partido de «inadmisible», también respondió sobre su posible destitución. «Esta pregunta es el día de la marmota y la vengo respondiendo desde que estoy en el Barça. Yo voy a seguir funcionando igual ,y a partir de aquí, el no tener el beneplácito de cierta gente es una realidad desde hace tiempo. Pero yo me siento fuerte y me siento bien»