¿Te gustan las tormentas y las olas gigantes? Entonces este lugar es tu destino ideal, según National Geographic

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No hay otro lugar en el mundo donde la furia de la naturaleza sea tan cercana, tan accesible, tan espectacular. En pocos años, este lugar se ha convertido en un destino turístico para los amantes del mal tiempo y las olas gigantes.Tofino es una localidad que ha sabido aprovechar su exposición a las borrascas del Pacífico Norte para crear oportunidades de negocio. Aquí, el mal tiempo es la razón por la que la gente viene desde Londres o Nueva York.En el extremo occidental de la isla de Vancouver, donde termina Canadá y comienza a rugir el océano Pacífico, hay un pueblo de apenas dos mil habitantes que ha convertido el "mal tiempo" en una atracción turística. Estamos hablando de Tofino, una localidad que ha sabido aprovechar su exposición a las borrascas del Pacífico Norte para crear oportunidades de negocio. Aquí, el mal tiempo es la razón por la que la gente viene desde Londres o Nueva York.No hay otro lugar en el mundo donde la furia de la naturaleza sea tan cercana, tan accesible, tan espectacular. Frente a nosotros hay mil kilómetros de océano abierto que separan Tofino de Japón, y cuando las depresiones que se forman en el Pacífico norte deciden descargar su furia, lo hacen aquí, con una violencia que National Geographic ha definido como un anfiteatro natural de tormentas. El turismo de la lluvia y las borrascasEl Wickaninnish Inn es un hotel muy especial situado en un acantilado de Chesterman Beach, como un faro secular. Todas las habitaciones tienen ventanas de suelo a techo que enmarcan el océano embravecido.El propietario, Charles McDiarmid, cuenta que hay huéspedes que reservan la misma suite, el mismo fin de semana de noviembre, desde hace veinte años. "Vienen por el mismo tempora", dice. "Dicen que cada año es diferente, pero siempre es la misma".It's hard to miss the summer when sunsets still look like this in Tofino. pic.twitter.com/wCjU5DFWIP— Pacific Sands Beach Resort (@pacificsands) October 14, 2025Más al sur, el Pacific Sands Beach Resort ofrece villas a veinte metros de la orilla. Los surfistas más duros del planeta llegan aquí con tablas de dos metros y medio y trajes de neopreno de seis milímetros. El agua está muy fría, pero la adrenalina está al rojo vivo.El Long Beach Lodge Resort, por su parte, cuenta con una gran sala con ventanas panorámicas de 180 grados y una chimenea de piedra donde se puede tomar whisky mientras se contempla el océano embravecido, con olas de hasta 10 metros de altura. La visita guiada para observar las tempestades del Pacífico Hay guías que te llevan a acantilados seguros con termos de chocolate caliente y impermeables profesionales. Te indican el punto exacto donde la ola se levantará más alta, donde el viento cambiará de dirección, donde aparecerá el doble arco iris después del paso del frente frío.Hay surfistas que cabalgan monstruos líquidos mientras tú, a salvo, sostienes una taza de té entre tus manos. Hay excursiones por el bosque templado donde la lluvia se filtra entre las copas milenarias y el musgo es tan espeso que tus pasos no hacen ruido.La temporada perfecta va de noviembre a marzo. Noviembre es para los pioneros, primeras tormentas, menos gente, precios más asequibles. Diciembre y enero son los meses álgidos. En esta época del año se forman en el Pacífico norte las depresiones más profundas, alimentadas por el aire muy frío de origen ártico que desciende desde la meseta de Siberia oriental.Hay guías que te llevan a acantilados seguros con termos de chocolate caliente y impermeables profesionales. Te indican el punto exacto donde la ola se levantará más alta.Estas borrascas, muy profundas, con mínimos incluso por debajo de los 950 hPa, se desplazan desde el golfo de Alaska hacia las costas de la Columbia Británica, con vientos tempestuosos, incluso por encima de los 120 km/h, y enormes olas que rompen en la costa. ¿Cómo se llega a Tofino? Para llegar al lugar hay que tomar un avión y aterrizar en Vancouver. Desde aquí se puede llegar a Tofino directamente desde Vancouver en cuarenta y cinco minutos. O bien, tomar el ferry a Nanaimo y conducir durante tres horas entre bosques y fiordos, preferiblemente con un todoterreno, ya que las carreteras pueden inundarse. Pero merece la pena.Artículo relacionadoLa escala de Beaufort: medir el viento como un marinero, observando el mar y los árbolesSi te gusta la naturaleza y las tormentas, Tofino es el lugar perfecto. Lleva un buen impermeable para dejar atrás el resto del mundo y dejarte mimar por las fuerzas de la naturaleza.