Bicis de realidad aumentada: pedalear por paisajes virtuales en tu propia calle

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¿Alguna vez has estado pedaleando por tu barrio y has pensado «ojalá pudiera estar cruzando los Alpes ahora mismo»? Pues resulta que ya no es tan descabellado como suena. La realidad aumentada está transformando el ciclismo de una manera que hace unos años parecía cosa de películas futuristas.Cuando tu salón se convierte en cualquier lugar del mundoDéjame contarte algo curioso. Hace tiempo que el ciclismo indoor dejó de ser esa actividad aburrida de pedalear mirando una pared. Ahora mismo, mientras escribo esto, hay miles de personas compitiendo en carreras virtuales desde sus casas, cruzando paisajes que van desde las calles de Nueva York hasta las montañas de los Alpes, todo sin moverse de su bicicleta estática.La plataforma más conocida en este mundillo es Zwift, que según reporta TodoMountainBike, en su edición de 2024 atrajo a más de 80,000 participantes. Yo creo que esa cifra dice mucho sobre cómo está cambiando la forma en que la gente hace ejercicio. No es solo una moda pasajera, es un cambio real en la cultura del ciclismo.La magia detrás de los pedales virtualesLa tecnología funciona de una manera bastante ingeniosa, la verdad. Conectas tu rodillo inteligente o bicicleta estática mediante Bluetooth o ANT+ a una aplicación, y esta traduce cada pedalada tuya en el movimiento de un avatar dentro de mundos virtuales. Como explica BrújulaBike, plataformas como Zwift utilizan el motor gráfico Unity para renderizar escenarios en 3D a 60 fotogramas por segundo.Lo fascinante es que no se trata solo de ver bonitos paisajes. Estos sistemas miden tu potencia en vatios, velocidad, cadencia, frecuencia cardíaca… básicamente todo lo que un ciclista serio querría monitorear. Y lo mejor: cuando estás en un pelotón virtual, el sistema simula el drafting real, esa ventaja aerodinámica que obtienes al ir detrás de otros ciclistas. Es como estar en una carrera de verdad, pero con aire acondicionado y el baño a pocos metros.Dos mundos: el indoor y el outdoorAhora bien, hay dos vertientes muy diferentes en esto de las bicis con realidad aumentada. Por un lado está el mundo del ciclismo indoor, con sistemas como WideRun que según Xataka presentaron hace años un concepto para usar cascos de realidad virtual como el Oculus Rift mientras pedaleas en un rodillo. La idea es que puedas recorrer virtualmente las calles de Tokio o la Gran Muralla China sin salir de casa.Por otro lado, y esto me parece aún más interesante, están las gafas de realidad aumentada para usar en la calle de verdad. Everysight desarrolló las gafas Raptor, que como reporta GearJunkie en su análisis, proyectan información directamente en tu campo de visión mientras pedaleas por la carretera real. Velocidad, frecuencia cardíaca, mapas de navegación, todo sin que tengas que apartar la vista del camino.La experiencia indoor: más que un videojuegoYo pienso que llamar «videojuego» a Zwift se queda corto. Sí, tiene elementos de gamificación, avatares que puedes personalizar y hasta power-ups que te dan ventajas temporales en las carreras. Pero según explica Merkabici, es mucho más que eso. Ofrece planes de entrenamiento estructurados diseñados por entrenadores profesionales y ex ciclistas de élite.La plataforma ROUVY va por otro camino: usa realidad aumentada sobre videos reales. En lugar de mundos totalmente virtuales, toma grabaciones de rutas reales del mundo y superpone tu avatar y el de otros ciclistas sobre ellas. Es como un término medio entre lo virtual y lo real.Hay algo que me llama mucho la atención: plataformas como MyWhoosh que, según SantaFixie, son completamente gratuitas y ofrecen mundos virtuales en 3D, entrenamientos estructurados y competiciones online sin cobrar ni un euro. Eso está cambiando las reglas del juego porque Zwift cobra alrededor de 15 dólares mensuales.Gafas que transforman tu ruta de siempreAhora viene lo realmente revolucionario. Imagínate que estás pedaleando por tu calle de siempre, pero con unas gafas inteligentes que te muestran información flotante justo delante de tus ojos. Las Raptor de Everysight, que cuestan unos 650 dólares según su precio de lanzamiento, usan tecnología derivada de los cascos de pilotos de combate.Como menciona Tecvolución, estas gafas permiten ver datos de velocidad, distancia, tiempos por tramos, navegación GPS, todo sin apartar la vista de la carretera. Incluso puedes tomar fotos y grabar video de tus salidas. Y lo mejor: vienen con altavoces para escuchar música o recibir llamadas sin tapar tus oídos, así sigues oyendo el tráfico.La startup Draco Intelligence ha llevado esto un paso más allá con sus gafas Dragon, que según BrújulaBike están diseñadas específicamente para ciclismo de competición. La idea es que el director deportivo pueda enviar órdenes tácticas directamente a las gafas de los ciclistas, sustituyendo los tradicionales pinganillos.El futuro que está llegandoMira, las lentillas de realidad aumentada de Mojo Vision que menciona Iberobike suenan directamente a ciencia ficción. Imagínate poder ver en tiempo real la trazada y velocidad que otros ciclistas usaron para conseguir récords en Strava, o información contextual sobre el entorno mientras pedaleas. Es como convertirte en un cíborg ciclista.Pero seamos realistas. La tecnología actual todavía tiene sus limitaciones. Las gafas Raptor pesan 100 gramos, bastante más que unas Oakley normales que pesan 35 gramos. Y aunque el diseño ha mejorado, como admite el análisis de GearJunkie, sigues pareciendo un ciborg cuando llegas a la cafetería con ellas puestas.La experiencia virtual que no conocíasHay proyectos fascinantes como la bicicleta Rudder de ROJOmandarina, que ganó el premio Internacional CLAP Platinum. Esta bicicleta estática no solo muestra imágenes virtuales, sino que físicamente se mueve, inclinándose en las curvas y simulando subidas y bajadas. Es como tener un simulador de vuelo, pero para ciclismo.Según CBB Shop, empresas como Nordic Track desarrollaron la VR Bike, que costaba casi 2,000 dólares e incluía las gafas HTC Vive Focus. Era una inversión seria, pero ofrecía una experiencia de entrenamiento inmersivo que según usuarios era muy superior a otras opciones del mercado.¿Vale la pena el salto tecnológico?Aquí es donde cada ciclista tiene que hacer sus propias cuentas. Para entrenar indoor, necesitas un rodillo inteligente (desde 300 euros los básicos hasta más de 1,000 euros los premium), una suscripción a Zwift u otra plataforma (unos 15 euros al mes), y opcionalmente unas gafas VR si quieres máxima inmersión.Para pedalear en la calle con realidad aumentada, las gafas Raptor o similares rondan los 500-650 euros. No es barato, pero como señala el análisis de Cyclocross Magazine, el valor está en poder mantener los ojos en la carretera mientras accedes a toda tu información de entrenamiento.Yo creo que esto tiene más sentido para ciertos perfiles. Si vives en un lugar con inviernos duros donde salir en bici es imposible durante meses, el ciclismo virtual puede ser tu salvación. Si eres de los que les gusta medir cada dato y optimizar entrenamientos, estas tecnologías te dan información que antes era impensable.La comunidad que se está formandoAlgo que no esperaba es el componente social tan fuerte que tienen estas plataformas. En Zwift puedes organizar quedadas grupales con amigos que viven en otros continentes. Puedes unirte a clubs virtuales, competir en ligas, enviar «Ride Ons» (como los «me gusta» del ciclismo) a otros usuarios mientras pedaleas.Como reporta TodoMountainBike sobre los Zwift Games 2025, esperan superar los 80,000 participantes de la edición anterior, con ciclistas profesionales compitiendo junto a aficionados. Es una mezcla entre red social, plataforma de entrenamiento y competición deportiva.Entre lo real y lo virtualLa tecnología está borrando las líneas entre el ciclismo tradicional y el virtual. Puedes entrenar en tu rodillo siguiendo un plan estructurado por la mañana, y por la tarde salir a la calle con tus gafas de realidad aumentada para aplicar lo aprendido. Todo se sincroniza con Strava, TrainingPeaks y otras plataformas de análisis.Lo que está claro es que ya no estamos hablando de un futuro lejano. Estas tecnologías están disponibles ahora mismo, funcionando en miles de hogares y calles alrededor del mundo. Puede que los precios bajen, que las baterías duren más, que las gafas sean más ligeras. Pero la revolución ya empezó.Y honestamente, después de investigar todo esto, me dan ganas de probar. Porque poder subir el Alpe d’Huez un miércoles por la tarde sin salir de casa, compitiendo contra ciclistas de Japón y Australia, mientras el sistema ajusta automáticamente la resistencia del rodillo para simular cada rampa… eso suena demasiado tentador como para ignorarlo.La noticia Bicis de realidad aumentada: pedalear por paisajes virtuales en tu propia calle fue publicada originalmente en Wwwhatsnew.com por Natalia Polo.