El PSOE se lanza a la guerra de desgaste contra el PP por su rendición a Vox si no hay elecciones en la Comunitat Valenciana

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Los socialistas y sus aliados querían un adelanto rápido para aprovechar el desgaste acumulado por Mazón, aunque no descartan que las negociaciones fracasen por las estrategias de Génova o Abascal. Una de las conversaciones pendientes es la de si Compromís se abrirá a una alianza más amplia con Esquerra Unida y PodemVox urge al PP en su primera reunión en València a que se aclare y proponga un candidato para la Generalitat Pedro Sánchez y el resto de fuerzas progresistas querían un adelanto de las elecciones en la Comunitat Valenciana. Más allá de la reclamación que venían haciendo desde hace meses por la nefasta gestión de la dana por parte de Carlos Mazón, por un cálculo electoral: el PP acumula ahora un desgaste que puede ir disipándose a medida que pase el tiempo si juega bien sus cartas. La estrategia del PSPV-PSOE y de sus aliados ante el cierre en falso de la salida de Mazón es arremeter contra Alberto Núñez Feijóo por su rendición a la extrema derecha y se han lanzado a una guerra de desgaste, aunque desconfían de las verdaderas intenciones que el PP y Vox escondan tras la negociación. “Lo más preocupante es que el PP, pero sobre todo los valencianos y valencianas estamos en manos de un partido como Vox, encantado de ver crecer sus divisas mientras están personas al frente de la Generalitat del nivel de Carlos Mazón”, dijo la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, tras el anuncio de dimisión del president. La también secretaria general del PSPV en Valencia dijo que un nuevo acuerdo con la ultraderecha sería “terrorífico”.  La idea la han repetido desde entonces todos los ministros y cargos públicos socialistas, convencidos de que el PP se rendirá a cualquier cosa que le exija Vox, que ya ha planteado su agenda de involución: ataques a la inmigración, al valenciano o retrocesos en la agenda verde. La amenaza a la lucha contra el cambio climático fue el principal motivo que esgrimió Pedro Sánchez para alertar de ese posible acuerdo aprovechando su presencia en la COP30, la cumbre internacional por antonomasia sobre ese asunto. “Si hay que temer algo es al negacionismo de Abascal y de Vox. Y lo que no hay que temer es a la voz de los ciudadanos y ciudadanas de la Comunitat Valenciana”, afirmó en la rueda de prensa: “Como presidente del Gobierno, manifiesto mi preocupación porque las negociaciones que se están produciendo y celebrando entre el Partido Popular y Vox deriven en un desmantelamiento de toda la agenda climática, de toda la arquitectura institucional y presupuestaria para hacer frente a la emergencia climática en una zona, el Mediterráneo, en particular la Comunitat Valenciana, que claramente se ha visto afectada por las consecuencias de esta emergencia climática”. “A nosotros nos parece terrible y una injusticia que el futuro de la Comunitat Valenciana vuelva a depender de Vox. Para la sociedad progresista valenciana hay casi una línea directa entre el ‘Pacto de la Servilleta’ [el acuerdo suscrito por Mazón y Vox] y la dana, porque frivolizaron con el cambio climático. La Unidad Valenciana de Emergencias (UVE) fue el choteo del PP, que llegó a poner por escrito que lo que haría sería desmantelarla”, señalan fuentes socialistas en esa dirección.  ¿Un acuerdo rápido o estrategias partidistas? Sin embargo, la revelación de elDiario.es de la primera reunión de negociadores de PP y Vox ha provocado desconcierto a quienes daban por hecho que habría un acuerdo rápido dada la buena sintonía de esas dos formaciones en la Comunitat Valenciana por el hecho de que Santiago Abascal haya decidido enviar a dos emisarios de la dirección nacional a pilotar esas conversaciones.  Las fuentes socialistas más optimistas consideran que el tiempo que Feijóo mantenga abierta esa negociación supondrá igualmente un desgaste para su formación en un momento, además, en el que la presidenta extremeña, María Guardiola, está en plena campaña precisamente marcando distancias con la extrema derecha. En la retina está el acuerdo en 2023 que selló Mazón con Vox y que dinamitó la estrategia de Feijóo para las generales. Otras fuentes no descartan que las conversaciones salten por los aires.  “Mientras siga Mazón, el desgaste para el PP es mayor, pero hay matices. Si el PP resiste a pactar locuras con Vox le ayuda en Extremadura. Así que depende de cómo acabe la negociación. Si el PP se niega a aceptar esas locuras, puede culpar a Vox de que haya elecciones en un momento en el que la comunidad tiene que estar centrada en la reconstrucción”, reflexionan fuentes gubernamentales.  Reunión de la Ejecutiva del PSPV-PSOE presidida por Diana Morant en plena crisis del Gobierno valenciano. “Hay una oportunidad”, dice un dirigente valenciano, que no da especial importancia a que las elecciones sean ya, dentro de unos meses o en 2027, porque considera que el enfado no se va a disipar y que el electorado progresista se movilizará. Sin embargo, hay fuentes más críticas, que consideran que la ministra Diana Morant no termina de tirar como cartel electoral. “Con esta gestión y 229 muertos, tendríamos que tener diez puntos de ventaja”, señala un dirigente socialista, que considera que hasta ahora la estrategia había sido errónea al focalizar exclusivamente la culpa en Mazón ante la posibilidad de que acabara relevado. Los socialistas han cambiado recientemente el foco a las críticas a la “mala gestión” del PP en general, aprovechando también la crisis de los cribados del cáncer de mama en Andalucía.  Compromís ve lejos el adelanto electoral En la izquierda valenciana han reclamado también con firmeza el adelanto electoral en la Comunitat Valenciana. Ya no por unas encuestas que les dan al alza al calor de las movilizaciones por Mazón sino porque consideran “muy doloroso” para toda la sociedad valenciana que todo este proceso de sucesión no se esté hablando a nivel autonómico sino estatal, como prueban las conversaciones que iniciaron ayer Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal. “Nos da la sensación de que no les importa el Gobierno valenciano y el PP solo piensa en Feijóo”, trasladan fuentes de Compromís.  Pero al mismo tiempo y quizás por las mismas razones, ven lejano un escenario de elecciones antes de 2027. Los números que maneja el PP no son buenos y los de Vox, sí, lo que les lleva a pensar que el partido allí hará todo lo posible para evitar unas elecciones en este momento. También aseguran que las relaciones entre ambos partidos a nivel autonómico son buenas, mucho mejores que en el plano estatal.  El portavoz de Compromís, Joan Baldoví, durante la sesión de control en Les Corts. En cualquier caso, tanto Compromís como Esquerra Unida como Podem están preparando sus organizaciones para una posible campaña que aunque la mayoría ven difícil ninguno descarta del todo. La coalición valencianista no ha decidido aún quién será el candidato ni tampoco, claro, si repetirá Joan Baldoví. En una reciente entrevista en elDiario.es aseguró que son los órganos quienes deben decidir ese extremo. “Pero estamos preparados, más fuertes que nunca”, aseguró.  Las conversaciones sobre una alianza de la izquierda Más allá de quién lidera una posible candidatura, una de las conversaciones pendientes es la de si Compromís se abrirá a una alianza más amplia con Esquerra Unida y con Podem. Aunque fuentes del partido recuerdan que siempre han ido en solitario a nivel autonómico y descartan prácticamente al 100% una coalición como tal, una papeleta con los tres nombres, sí creen que pueden buscarse fórmulas para que el resto de partidos de la izquierda puedan sentirse representados en una candidatura más amplia. No es un tema en cualquier caso, dicen, que se haya abordado en las ejecutivas celebradas hasta ahora.  Preguntado por este asunto en la entrevista, Baldoví recordó que hace unos días en l'Aplec del Puig estuvieron dirigentes de Podem y de EUPV y él hizo un discurso sobre la necesidad de ser “inteligentes” y “generosos” para llegar a un acuerdo. “Ahora más que nunca debemos ser inteligentes y generosos para anteponer los intereses de la gente y los de nuestro país por encima de nuestros respectivos partidos”, dijo. En este contexto, generó mucha agitación hace unas semanas un acto de Mónica Oltra con Esquerra Unida, en el que participó la ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego, y Rosa Pérez, la coordinadora general de Esquerra Unida. La exvicepresidenta de la Generalitat, apartada durante los últimos años de la política activa, proviene de EUPV y forma parte dentro de Compromís de la rama de Iniciativa, más de izquierda que nacionalista, a diferencia de Més, el sector que representa Baldoví, con un discurso más valencianista.  En Iniciativa muchas voces ven a Oltra como un posible revulsivo electoral, si ella decidiese dar un paso al frente, en unos futuros comicios, aunque hasta ahora se había especulado con una candidatura para la alcaldía de València en las próximas municipales. El debate de alianzas llega en un momento crítico a nivel estatal en las relaciones entre el cosmos de partidos de Sumar y Podemos. El adelanto electoral en Extremadura ha impulsado a los de Ione Belarra a apelar directamente a Izquierda Unida para que rompa con Yolanda Díaz en un movimiento que no ha sentado nada bien en las filas de la organización que lidera Antonio Maíllo. Aun así, en Extremadura se mantendrá la candidatura unitaria en la que están Podemos, IU y Alianza Verde.