El Betis cayó en la trampa pero salió vivo de una locura. Un encuentro demasiado descontrolado, desbocado, sin riendas como propuso el Valencia fue contagioso para el equipo de Manuel Pellegrini, que respondió al frenesí con más vértigo. Y así los locales tuvieron opciones hasta el final. Un duelo en el que los verdiblancos se adelantaron gracias a una buena definición de Cucho Hernández en el minuto 75 pero vieron cómo un bético como Luis Rioja revolucionó el choque en su contra con acciones sin freno hasta lograr el empate y casi más. Mestalla era una caldera para su equipo con la estrategia local de meter presión hasta el final en cada jugada con asentimiento del árbitro y eso no... Ver Más