San Serapión nació en Inglaterra o Irlanda —según distintas tradiciones— hacia finales del siglo XII. De joven sirvió como soldado en diversas campañas europeas antes de experimentar una conversión profunda que lo llevó a abrazar la vida religiosa. Ingresó en la Orden de la Merced, comunidad fundada para la liberación de cristianos cautivos en tierras musulmanas.Dotado de gran valor, generosidad y espíritu misionero, Serapión fue enviado en varias ocasiones al norte de África para negociar rescates de prisioneros. Se distinguió por su disponibilidad absoluta para ponerse en riesgo y por su compasión hacia quienes sufrían esclavitud o abandono. En su última misión, al no disponer del dinero suficiente para rescatar a un grupo de cautivos, ofreció su propia vida como fianza, permitiendo que los prisioneros regresaran a sus hogares.Al no llegar el rescate final, Serapión fue torturado y martirizado en Argel el 14 de noviembre de 1240. Su muerte selló con sangre la vocación mercedaria: “dar la vida por la libertad de los hermanos”. La Iglesia lo honra hoy como ejemplo de amor radical, valentía y sacrificio cristiano. Su figura recuerda la importancia de luchar por la dignidad humana, la justicia y la misericordia.Otros santos y beatos del díaSan José Pignatelli (1737-1811)Sacerdote jesuita español, pieza clave en la restauración de la Compañía de Jesús durante su supresión. Hombre de paz, discreción y fidelidad, mantuvo unido al cuerpo jesuita en la adversidad.San Siardo (Siardus) de Mariëngaarde (siglo XIII)Abad premonstratense neerlandés. Destacado por su caridad, espíritu comunitario y austeridad. Modelo de gobierno monástico equilibrado y cercano.San Hipacio de Gangra (siglo IV)Obispo de Gangra en Asia Menor, venerado como defensor de la fe nicena durante las disputas doctrinales de su siglo. Murió mártir tras un ataque mientras viajaba.San Dubricio (Dyfrig) de Gales (siglo VI)Obispo y misionero galés, asociado a la evangelización en Herefordshire y Monmouth. Figura de gran peso en las primeras iglesias británicas.Beato Juan Licci (1401-1486)Dominico siciliano, célebre por su vida de oración, su bondad con los necesitados y numerosos testimonios de intercesión. Vivió casi un siglo y fue referente de santidad en su región.