En Moncloa trataron de rebajar desde el primer momento las consecuencias para la gobernabilidad de la ruptura del pacto de investidura anunciado por Junts. Incluso cuando los posconvergentes materializaron su bloqueo al registrar un veto a todas las iniciativas del PSOE y Sumar, en el Gobierno reaccionaron con tranquilidad. Sin modificar su hoja de ruta y confiando en sacar adelante su agenda. No sin dificultades, como desde el arranque de esta abrupta legislatura, pero con la convicción de que Junts no votaría sistemáticamente en contra de todo. Al menos cuando se tratase de normas beneficiosas para Catalunya y el conjunto de la ciudadanía. Una tesis que vieron ratificada en el pleno de este jueves del Congreso, tras salvarse gracias a los posconvergentes y el resto de sus socios de prorrogar la vida de las nucleares o congelar las tasas aeroportuarias de AENA. Enmiendas que el PP había introducido en la ley de movilidad sostenible y fueron rechazadas.Seguir leyendo....