Una soltera de 'First Dates' da una lección sobre qué no se debe decir en la primera cita: «Habla tanto de su ex…»

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Juliana, una argentina de 29 años, ha llegado a ' First Dates ' (Cuatro) para dar dos lecciones a quienes estén pendientes de una primera cita . Ha contado para ello con Guillermo, el soltero de 28 años que ha acudido a su encuentro gracias a la producción del programa que presenta Carlos Sobera . Ella vive en Barcelona y es estilista; él, que es montador de escenarios y músico, ha llegado picando fuerte y hablándole de sus creaciones. Lo que parecía empezar bien se ha ido complicando conforme han ido hablando a la mesa. De primeras ella ha hecho su juicio en cuanto al look de su acompañante , que no ha terminado de convencerle pese a que ha mostrado «un concepto de moda y un estilo muy marcado«. A él si se le veía encantado, y desde primeras ha comentado con los redactores del programa que ella le gustaba y que sí que veía una segunda cita a futuro. Se ha precipitado, no cabe duda… Y es que han ido profundizando en gustos, preferencias, hobbies, hasta tocar uno de los temas más delicados cuando dos personas empiezan a conocerse, el pasado amoroso. Guillermo ha marcado así el antes y el después del encuentro al compartirle lo que está viviendo con su ex pareja : «He estado bastante tiempo en duelo por una pareja que me marcó mucho. Olvidar es muy difícil». Llevan tiempo sin contacto pero lo que más ha sorprendido a Juliana, y no de forma positiva, ha sido el saber que eso se debe a que ella lo bloqueó: «Hermanito, ¿qué hiciste para que te bloqueara?». La respuesta del soltero a ella, sobre el motivo de ese bloqueo , la ha dejado en shock: «Me acusaron de algo que no había hecho y fue mi mejor amigo. Le quemaron algo material y me acusó». Juliana no salía de su asombro y, delante de las cámaras, en el 'confesionario', ha hablado alto y claro: «No vas a una primera cita y dices 'eh, soy un tóxico y me bloquearon porque quemé algo, pero yo no fui». El punto más complicado del encuentro ha venido cuando una de las camareras del restaurante ha llegado para invitarlos a pasar a la terraza , al reservado, «para que estéis más cómodos, en el sofá y tranquilos». La chica ha saltado como un resorte y ha sido contundente, y todo ello delante de él: «No, no, no quiero. No. Lo siento». Acto seguido ha dicho: «Espero que no le siente mal, de verdad, pero es que no quiero… ¿qué hay en la terraza?». Las cosas iban quedando claras, al menos para ella, y ha llegado el momento final, el del veredicto. «¿ Tendríais una segunda cita ?», la pregunta del millón. Guillermo, como se veía venir, lo ha visto claro y sí, quería volver a ver a la argentina. Sin embargo, esta ha respondido que «no» y además le ha dado la explicación, que nunca está de más para aprender de los errores: «A mi hay algo que me llamó la atención, que fue hablar bastante de tu ex, como que alguien que habla tanto de su ex pareja pues dice mucho». Él ha asentido y ha llegado a decir que eso denota que no se ha superado.