Los análisis químicos revelan una mezcla precisa de aceites vegetales, cera de abeja, gomas y bálsamos aromáticos aplicada para fijar y perfumar el cabello. La pieza, hallada en 1906 y conservada en Turín, ofrece una de las descripciones más detalladas jamás obtenidas sobre cómo la élite del Nilo diseñaba sus peinados.