El robot Hoxo, desarrollado por Capgemini y Orano, ya camina, analiza y opera en la planta de Melox. Su objetivo no es reemplazar al personal, sino actuar como la primera línea en zonas críticas donde la radiación y los materiales sensibles convierten cada intervención humana en un riesgo enorme. Es el comienzo de una nueva era en la seguridad nuclear europea.