Cada 10 de noviembre, Naciones Unidas recuerda que el conocimiento científico es un instrumento esencial para construir sociedades más sostenibles y evitar conflictos derivados de la escasez de recursos, el impacto ambiental o las desigualdades. Con motivo del Día Mundial de la Ciencia para la Paz y el Desarrollo, la UNESCO anima a visibilizar iniciativas que demuestran cómo la ciencia puede proteger el futuro de las próximas generaciones. En este contexto internacional, El Limonar International School Villamartín ha puesto en marcha un grupo de sostenibilidad formado por estudiantes de diferentes cursos, que analiza problemas reales del entorno escolar y diseña soluciones para reducir el impacto ambiental y promover buenos hábitos entre toda la comunidad. Entre las primeras medidas acordadas se encuentra la reducción del desperdicio alimentario en el comedor. El alumnado ha propuesto porciones más ajustadas, recetas que permitan aprovechar los alimentos y auditorías mensuales del residuo generado, cuya evolución se publicará en el propio comedor para reforzar la sensibilización colectiva. El colegio incluso cuenta con un jardín de hierbas ecológico propio, seleccionadas por su aporte nutricional o beneficio terapéutico. El ahorro energético constituye otro eje de actuación. Los estudiantes han desarrollado cartelería visible para recordar la importancia de apagar luces, aire acondicionado y pizarras digitales cuando no se necesitan. También quieren realizar un seguimiento del consumo eléctrico del colegio con el fin de evaluar el impacto de las medidas adoptadas y explorar nuevas vías de eficiencia. Además, el grupo trabaja iniciativas de economía circular , como un programa de intercambio de ropa y objetos reutilizables, donaciones solidarias vinculadas a jornadas de no-uniforme, retos semanales para incentivar el uso de botellas reutilizables y campañas de limpieza dentro y fuera de las instalaciones para mantener un entorno más saludable. Catherine Hill, directora de Secundaria y Bachillerato del centro, asegura que el alumnado «comprende que la ciencia no solo responde preguntas, también mejora vidas. Cuando investigan, miden, comparan y plantean soluciones, descubren que pueden actuar sobre el mundo que les rodea. Cuidar los recursos y pensar en quienes más sufren los efectos de la crisis climática es una manera directa de construir paz». El Decenio Internacional de las Ciencias para el Desarrollo Sostenible (2024-2033), impulsado por Naciones Unidas , insiste en que la participación de los jóvenes en los retos científicos resulta clave para alcanzar un futuro más seguro y equitativo. Desde propuestas humildes en las aulas hasta la cooperación internacional, toda acción suma para avanzar hacia una sociedad informada, responsable y comprometida. Con iniciativas como las desarrolladas en ELIS Villamartín, entre otros centros educativos de la provincia de Alicante, la ciencia se convierte en una herramienta de transformación social accesible para los más jóvenes, fomentando una cultura de participación y cooperación que fortalece la convivencia y la paz.