Los cambios de presión atmosférica provocados por una borrasca pueden desencadenar síntomas físicos reales. Desde dolor de cabeza común y migrañas hasta molestias articulares y variaciones en el estado de ánimo. Así influyen las oscilaciones barométricas en nuestro organismo.No, no es un mito. La llegada de una borrasca puede producir dolores de cabeza y otros síntomas.¿Eres de quienes sufren un inusual dolor de cabeza justo antes de que llegue una borrasca, pero tu entorno asegura que es solo “sugestión”? Pues ya puedes sacarles de su error, porque las leyes de la ciencia juegan aquí a tu favor. Ni estás imaginando cosas, ni estás solo. Y es que, miles de personas experimentan molestias físicas asociadas a los cambios de presión atmosférica, una variable ambiental tan sutil que pocas veces recordamos pero que influye profundamente en el funcionamiento del cuerpo humano. Aunque la sensibilidad a la presión no afecta a todo el mundo por igual, la ciencia ha demostrado que existe una conexión entre las variaciones barométricas y diversos síntomas, desde cefaleas hasta dolores articulares o alteraciones del ánimo.Presión atmosférica: la fuerza invisible que nos envuelveLa presión atmosférica es el peso que ejerce el aire sobre nosotros. Cuando una borrasca se aproxima, esta presión disminuye de forma notable. Y este descenso resulta clave, porque hay sistemas del cuerpo humano que reaccionan ante los cambios bruscos de presión e intentan adaptarse. El barómetro es el instrumento que mide la presión atmosférica.Para algunas personas, especialmente quienes padecen migrañas, sinusitis o problemas articulares, esta adaptación puede resultar más complicada y manifestarse en forma de dolor o malestar.Por qué aparece el dolor de cabeza antes de una borrascaLas cefaleas asociadas a la presión atmosférica tienen una explicación fisiológica clara. El descenso de la presión barométrica provoca una leve dilatación de los vasos sanguíneos del cerebro. Esta vasodilatación puede desencadenar dolores de cabeza tensionales. Las personas migrañosas suelen ser especialmente vulnerables. Diversos estudios han documentado que, hasta un tercio de quienes sufren migrañas, experimentan crisis coincidiendo con cambios en el clima, sobre todo con el descenso de la presión previo a una tormenta.En el vídeoSilvia Ferrer avisa de la entrada de la borrasca Claudia en la península ibérica. Hará que aumente la nubosidad, que llueva con fuerza y algunos dolores de cabeza. Y no en sentido figurado. Aunque no todas las borrascas causan un episodio doloroso, es habitual que estas personas puedan anticipar la llegada de un frente atmosférico sin necesidad de mirar el parte meteorológico.Por otra parte, los senos paranasales también son sensibles a los cambios de presión: cuando la diferencia entre la presión interna y externa aumenta, se genera una sensación de congestión nasal o pesadez que puede intensificar el dolor.Dolor articular y muscular: otro síntoma frecuenteEl impacto de la presión atmosférica no se limita a la cabeza. Quienes padecen artritis o enfermedades reumáticas a menudo notan un agravamiento del dolor cuando baja la presión. Artículo relacionado¿El calor y la deshidratación causan dolores de cabeza al hacer ejercicio? Los neurólogos explican cómo prevenirlo¿El motivo? Las articulaciones inflamadas contienen líquidos y tejidos sensibles que pueden expandirse ligeramente ante un cambio brusco de la presión externa, lo que aumenta la molestia o rigidez.Incluso personas sin patologías articulares diagnosticadas pueden notar tirantez muscular o incomodidad corporal antes de una tormenta. Aunque estos efectos no siempre son intensos, son lo bastante frecuentes como para que muchos meteorólogos hablen de “meteoropatía”, un conjunto de síntomas ligados a la variabilidad del clima.Sensación de fatiga y cambios en el estado de ánimo La meteorología también influye en nuestro estado mental. Los cambios de presión suelen ir acompañados de variaciones en la humedad, la temperatura y la luz solar, tres factores que afectan a los niveles de serotonina, un neurotransmisor clave para regular el ánimo. Artículo relacionadoMúsica contra el dolor: un estudio revela cómo tus canciones favoritas alivian el malestarPor eso, cuando se aproxima una borrasca, algunas personas reportan irritabilidad, somnolencia, falta de energía e incluso tristeza.Aunque estos cambios no suelen alcanzar la gravedad desde el punto de vista clínico, sí afectan al bienestar general y explican por qué hay quien se siente más “apagado” o cansado durante periodos prolongados de mal tiempo.¿Podemos prevenir o mitigar estos efectos?No existen soluciones definitivas, pero sí estrategias que ayudan a reducir el impacto de los cambios de presión en nuestro organismo. Toma nota: Mantener una buena hidratación favorece la estabilidad de los vasos sanguíneos. Descansar adecuadamente y evitar la falta de sueño disminuye la probabilidad de cefaleas. Practicar ejercicio moderado ayuda a aliviar tensiones musculares y articulares. En casos de migrañas, llevar un registro del clima permite anticipar episodios y actuar con medicación preventiva, si el médico lo considera necesario. Mantener espacios con iluminación adecuada puede contrarrestar la falta de luz natural durante una borrasca.