Zlatan Ibrahimovic dejó el fútbol profesional hace tiempo —aunque sigue vinculado a la industria del balompié como asesor del AC Milan, club en el triunfó como jugador—, pero sigue siendo una de las figuras más mediáticas del balompié del siglo XXI. Prueba de ello es su impacto en redes sociales, donde tiene una enorme comunidad de fieles, al estilo de Cristiano Ronaldo . En ellas, el sueco presume de mantener una excelente forma física gracias a sus entrenamientos personalizados en el gimnasio, y también es el lugar en el que presume de los autorregalos de cumpleaños que se hace: un Ferrari (o dos) cada 3 de octubre. Cuando uno pisa la fábrica de Ferrari en Maranello y tiene el enorme privilegio de hacer la visita guiada a sus instalaciones —le ocurrió a un servidor cuando pudo conocer de cerca el proyecto Hypersail de la casa italiana , el primer yate de carreras de Ferrari—, entiende que es el Cavallino Rampante quien elige a sus clientes y no al revés. Solo un puñado de elegidos puede adquirir un Ferrari, no solo porque su realidad económica se lo permita, sino también por su estatus en relación a la marca, que tiene la última palabra acerca de sus potenciales compradores. Entre las celebrities hay reputados clientes VIP de Ferrari. Un ejemplo es Maluma, el cantante colombiano, coleccionista de coches del Cavallino Rampante, que ha podido diseñar recientemente junto a Flavio Manzoni, jefe de diseño de Ferrari, su Purosangue en color verde menta . Y otro ejemplo es Zlatan Ibrahimovic, amante del motor que es, además, un coleccionista de los modelos más importantes de la historia contemporánea de la marca italiana. El exfutbolista sueco tiene en su garaje, que se sepa, casi una decena de diseños de Ferrari , además de algunos modelos icónicos de Porsche, como un Cayenne, un 918 Spyder o el inconfundible 911 GTS. También es un aficionado a las dos ruedas, como otro exfutbolista mediático, David Beckham , ya que le hemos visto presumir en el pasado en sus redes sociales de la Harley-Davidson V-Rod y de la versión Muscle VRSCF, dos de sus motocicletas. Sin embargo, la gran diferencia de la colección privada de Zlatan Ibrahimovic son sus Ferrari, esos que se ha ido regalando año a año por su cumpleaños. No es de extrañar que la propia casa de Maranello invitara al sueco hace unos años a pilotar en su cuartel general, el circuito de Fiorano, con Charles LeClerc y Carlos Sainz, entonces todavía piloto de la escudería Ferrari de F1, como testigos. Estos son los modelos de Ferrari que Zlatan Ibrahimovic tiene en su garaje personal. Una colección cuyo valor debe rondar, siendo conservadores, los 20 millones de euros. En los últimos días, la fiebre de Zlatan Ibrahimovic por los coches de Ferrari ha vuelto a la primera plana mediática después de que publicara una fotografía en sus redes sociales en las que aparece de pie, con las piernas abiertas, sobre el capó de dos de sus coches —imitando la postura de Jean Claude Van Damme en un anuncio de camiones—: un Ferrari Enzo en color rojo y un Ferrari LaFerrari amarillo . Estamos hablando de dos modelos exclusivos de la historia reciente del Cavallino Rampante. Del Enzo, sin ir más lejos, se fabricaron solo 400 unidades, y no hace mucho tiempo que Fernando Alonso vendió el suyo por un precio de 5,4 millones de euros , lo que da una idea estimada del precio que tiene la unidad de Ibrahimovic, también en Rosso Corsa, como el de Alonso. Algo parecido ocurre con el LaFerrari en color Giallo Modena, otro símbolo del Cavallino, un modelo considerado como uno de los grandes superdeportivos del siglo XXI y uno de los coches contemporáneos más emblemáticos de la historia de Ferrari. De producción limitada a 499 unidades —más 210 en versión descapotable—, este bólido del 2013 tiene un corazón V12 que ofrece 800 CV de potencia y un motor eléctrico que suma otros 163 CV. Su precio en el mercado de segunda mano y las subastas ha superado los 3 millones de euros. También por encima de los 3,5 millones de euros está el precio del Ferrari F80, el coche que Zlatan Ibrahimovic se ha regalado por su cumpleaños en 2025. En color negro, el del sueco es una de las 799 unidades que se fabricarán en total de este hypercar diseñado en Maranello. El modelo se inspira precisamente en LaFerrari, si bien cuenta con numerosos avances tecnológicos con respecto a su predecesor: por ejemplo, se mueve gracias a tres motores eléctricos asociados a un V6 biturbo, superando los 1.200 CV de potencia. Zlatan Ibrahimovic es uno de los clientes más especiales de Ferrari y, como tal, ha tenido acceso a una de las primeras unidades del F80 de las 799 que se fabricarán. Ni una más ni una menos. Hace un año, por su cumpleaños de 2024, Zlatan mostró en sus redes sociales el Ferrari SF90 XX Stradale, su autorregalo de cumpleaños. Un coche limitado también a 799 unidades en producción que supera los 1.000 CV de potencia y que es una evolución, o mejor dicho, una variante, del SF90 Stradale con más potencia, ofrecida por su motor V8 biturbo y sus dos motores eléctricos, convirtiendo al hypercar en un deportivo híbrido enchufable capaz de volar a 320 km/h. A modo de curiosidad, el coche pertenece al programa XX de Ferrari, que explica así el Cavallino Rampante: «El Programa XX de Ferrari ofrece a un selecto grupo de clientes expertos conductores coches extremos no homologados para la carretera, para llevarlos al límite en la pista». El SF90 XX Stradal es una versión homologada para carretera cuyo valor no es inferior al millón de euros. Más «barato» es el Ferrari Purosangue en el que se ha visto a menudo por las calles de Estocolmo a Zlatan Ibrahimovic. El coleccionista del Cavallino Rampante tiene en su poder una de las unidades del primer SUV en la historia de la casa , un coche capaz de producir 725 CV de potencia transmitidas a las cuatro ruedas a través de su transmisión de 8 velocidades. El coche, un modelo que no falta en las colecciones de otros famosos amantes de Ferrari como el citado Maluma, tiene un precio de salida alrededor de los 400.000 euros, si bien puede dispararse en función de las personalizaciones. Es el coche que Ibra se autorregaló en 2023 por su cumpleaños. Un año antes, en 2022, Ibrahimovic tiró la casa por la ventana por su cumpleaños. El sueco no dudó en presumir de sus nuevas joyas de cuatro ruedas en una infografía que combinaba dos modelos: un Ferrari Daytona SP3 en color blanco y un Ferrari 812 Competizione A en rojo. El primero es un coche superexclusivo que forma parte de la serie Icona de Ferrari, una línea de ediciones limitadas con las el Cavallino Rampante homenajea a sus modelos históricos. En este caso, a los Ferrari 330 P3/4, 330 P4 y 412P, que coparon el podio de las 24 Horas de Daytona en 1967. El coche toma su imagen del chasis del LaFerrari Spider y guarda un motor V12 con 840 CV de potencia. Solo se fabricaron 599 unidades y se vendieron a un precio estimado de 2,3 millones de euros cada una. Por su parte, el 812 Competizione A descapotable de Ibrahimovic es uno de los modelos más elegantes diseñados y producidos por Ferrari en el siglo XXI . Su precio en la versión Aperta, la del sueco, rondó los 570.000 euros aunque no cabe duda de que habrá elevado su valor en el mercado de segunda mano. El primer modelo híbrido enchufable en la historia de Ferrari es el SF90 Stradale, un coche que también tiene en su colección privada Zlatan Ibrahimovic. Es, de hecho, su autorregalo de cumpleaños del año 2021. Con un motor híbrido V8 biturbo de gasolina capaz de dar 780 CV, cuenta también con tres motores eléctricos —uno detrás y dos delante— que aportan 220 CV extras, elevando el total hasta los 1.000 CV. El deportivo, un modelo ligero que acelera de 0 a 100 km/h en 2,5 segundos y de 0 a 200 km/h en 7 segundos, tiene un precio que ronda el medio millón de euros. Cerramos la colección de Ferrari que tiene Zlatan Ibrahimovic con uno de los modelos más especiales de su garaje, el Monza SP2, coche que se autorregaló por su 38 aniversario, en 2019. Solo existen 200 unidades de este modelo que el sueco condujo por las calles de Estocolmo cuando el vehículo carecía del permiso reglamentario. El Monza SP2 también pertenece a la serie Icona de Ferrari, destacando este biplaza por la ausencia del parabrisas delantero. Se trata, como el propio Cavallino Rampante presume, de un coche « que parece esculpido por el viento», de aire futurista y líneas fluidas, cuyo precio de salida rondaba los 3 millones de euros