En el PSOE, y en toda la oposición, tienen una certeza clara, la misma que le dijo Zapatero a Gabilondo en una precampaña, cazados con los micros abiertos: «Nos conviene que haya tensión». Es la consigna: tensión. Hay que regar con gasolina el incendio extendido por la crisis de los cribados, mientras Juanma Moreno recorre Andalucía como un viejo predicador del far west con su 'Manual de convivencia' para la evangelización imposible del diálogo sereno. La oposición necesita proyectar un clima de degradación institucional, de crispación social, de alta tensión, para transmitir que el oasis andaluz del juanmismo era sólo un espejismo detrás del cual las cosas no van bien. Y en el PP se equivocarán (y son muy de... Ver Más