China se ha lanzado a una de sus aventuras más ambiciosas: intentar alargar la vida humana como nunca antes. Mientras otros países investigan la longevidad con discreción, en el gigante asiático proliferan empresas, laboratorios y hasta centros de bienestar que aseguran estar acercándose a algo parecido a la vida eterna.Vivir hasta los 150 añosUna de las compañías que más ruido está haciendo es Lonvi Biosciences, en Shenzhen. Su apuesta estrella es una píldora basada en un compuesto extraído de semillas de uva, la procianidina C1, que según sus creadores puede eliminar las llamadas “células zombis”, esas células envejecidas que se acumulan en los tejidos y aceleran el deterioro del organismo.Los responsables de la empresa aseguran que, en pruebas con ratones, esta molécula llegó a alargar su vida hasta un 64%. Con estos datos, su director tecnológico, Lyu Qinghua, afirma con total seguridad: “Vivir hasta los 150 años es completamente realista”. Una frase que ha disparado la expectación dentro y fuera de China.El interés no se queda en los laboratorios. Medios locales incluso han publicado que Xi Jinping y Vladimir Putin hablaron hace poco sobre la posibilidad de extender la vida humana hasta ese límite, lo que demuestra que el tema ya ha entrado en el terreno político.Resorts de lujo y medicina regenerativa A este boom se suman otras startups que parecen sacadas de una novela futurista. En Shanghái, la empresa Rlab ha presentado cabinas capaces de enfriar el cuerpo hasta –129 ºC, con la idea de "resetear" procesos biológicos relacionados con el envejecimiento. En Chengdu, SuperiorMed promociona tratamientos en lo que llama “islas de la inmortalidad”: resorts de lujo, aún más conceptuales que reales, dedicdos a la medicina preventiva y la regeneración celular.De vuelta a la vidaY no falta la criogenia. En la provincia de Shandong funciona el primer centro chino que ofrece criopreservación humana. Allí, personas fallecidas legalmente pueden ser congeladas a –196 ºC con la esperanza —todavía teórica— de que algún día exista tecnología para devolverlas a la vida.Pero junto al entusiasmo crece también la cautela. Muchos científicos recuerdan que este famoso compuesto natural a base de semillas de uva todavía no se ha probado en humanos. Los efectos observados en animales no siempre se repiten en personas y, por ahora, gran parte de estas ideas se mueven entre la ciencia prometedora y el deseo colectivo de desafiar la vejez.Aun así, China ha convertido la longevidad en un objetivo estratégico. Mientras el resto del mundo observa con curiosidad - algo de escepticismo- el país avanza con una mezcla de ambición, tecnología y marketing que lo acerca cada día más a su sueño: no solo vivir más, sino vivir mucho más tiempo del que jamás imaginamos. Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y no te pierdas la última hora y toda la actualidad en nuestro perfil de Google.