La UCO insiste en apuntar al fiscal general por su "dominio" en la filtración del correo de la pareja de Ayuso

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Los agentes de la Guardia Civil, encabezados por el teniente coronel Antonio Balas, aseguran que su investigación "muestra el modus operandi de reclamar información y supuestamente filtrarla" mientras la Fiscalía les reprocha que "su premisas no parecen correctas"La hora del fiscal general: García Ortiz negará ante el Supremo haber filtrado la confesión de la pareja de Ayuso Los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil han apuntado directamente al fiscal general del Estado como máximo sospechoso de la filtración de la confesión de la pareja de Isabel Díaz Ayuso. “Muestra un modus operandi de recabar información y presuntamente filtrarla y durante todo el proceso se ve un dominio a todos los niveles del fiscal general”, ha dicho el teniente coronel Antonio Balas, autor del informe clave del caso. Tanto la Fiscalía como la Abogacía del Estado han lanzado reproches a estos agentes de la unidad de élite de la Guardia Civil por omitir hechos relevantes en sus informes. Balas ha apuntado directamente al fiscal general como el filtrador del correo a la Cadena SER en la noche del 13 de marzo de 2024. No solo de ese correo sino de todo el expediente: “Toda la información que aparece el día 12 se compadece con lo que tiene la Fiscalía General, no con lo que tiene la Fiscalía Superior ni nada, la recibe la Fiscalía toda la información”. “Muestra un modus operandi de recabar información y presuntamente filtrarla y durante todo el proceso se ve un dominio a todos los niveles del fiscal general”. “Las premisas de las que parten sus conclusiones no me parecen correctas”, le ha dicho el fiscal durante el interrogatorio, buscando evidenciar que en ese informe se omitieron noticias y se omitió también que muchas más personas, además de Álvaro García Ortiz, pudieron tener acceso al correo antes de su publicación en la prensa. “Nosotros no hacemos investigaciones prospectivas”, ha justificado el teniente coronel de la UCO para explicar por qué en ese informe no hicieron alusión a, por ejemplo, las más de 400 personas que pudieron tener acceso al expediente fiscal del caso. “En esto y en cualquier otra investigación que uno pueda acometer, yo solo llevo investigando desde 1999, solo me he dedicado a esto”, ha destacado. “Todo lo que se ha filtrado de manera textual estaba previamente en poder de la Fiscalía General del Estado”, ha dicho el agente. “Y de 600 personas más”, ha apostillado la Abogada del Estado, Consuelo Castro. Del “papel preeminente” al “dominio de la acción” El teniente coronel de la Guardia Civil ha justificado no incluir en su primer informe varias noticias clave del caso: la de La Sexta a las 22.10 horas de esa noche y la intervención en la Cadena SER a las 23.20 horas, antes de publicar su información en la web. “No hay ningún entrecomillado, ninguna cuestión que se compadezca con el correo”, ha dicho sobre la primera noticia. Lo mismo sobre la segunda: “Cuando el conductor del programa le pregunta por la fecha marca una fecha errónea, ahí todavía no se ha producido la filtración del correo que después reproduce la web de la SER”. Este mismo agente ha apostillado y apuntado al periodista de la SER: “Nos parece curioso que llame al fiscal general a esa hora cuando es una cuestión de la Fiscalía de Madrid”. La llamada, como ha explicado el propio periodista Miguel Ángel Campos, no fue contestada por el fiscal general y los cuatro segundos registrados se corresponden con el buzón de voz de García Ortiz. Uno de los agentes ha ratificado que el correo con la confesión de la pareja de Ayuso llegó al email del fiscal general a las 21.59 horas de la noche del 13 de marzo de 2024, pero han apuntado a que podía conocer antes de su existencia: “Se debe conocer que los correos existen para solicitarlos”. Su informe apuntaba al “papel preeminente” del fiscal general en toda la búsqueda de información y hoy uno de los agentes ha ratificado: “El dominio de toda la acción corresponde al fiscal general, como es normal, la Fiscalía es una institución jerarquizada”. Uno de los agentes ha expuesto más deducciones sobre por qué se filtra el correo y han deslizado que el contenido de la confesión se filtró a la prensa para que la Fiscalía pudiera hacer el comunicado del 14 de marzo sin miedo a las consecuencias. “Lo que posibilita que pueda ser llevado a cabo es que a las 23:51 horas hay una noticia”, ha dicho el agente sobre la pieza de la Cadena SER que expuso el contenido del email. Cuando, a la mañana siguiente, lo publica El Plural en su integridad poco después de las nueve de la mañana, “ya lo tiene blanqueado”. Los registros en la Fiscalía: “Es inviable una selección previa” Además de estos agentes, que se han ratificado en sus informes, una decena de guardias civiles que intervinieron en los registros en la Fiscalía General y la Fiscalía de Madrid de octubre de 2024 han justificado haber clonado toda la información del teléfono y el ordenador del fiscal general, y no haberlo hecho de forma selectiva. “Es inviable durante la entrada y registro hacer selección previa, eso se hace en la fase de análisis. Yo literalmente no sabía lo que se estaba buscando”. Este miércoles estaba prevista la declaración de hasta 12 agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil: la unidad policial a la que el Supremo encomendó investigar este caso a las órdenes del juez Ángel Hurtado. Su firma está en los informes clave del caso y muchos estuvieron en los registros en los despachos del fiscal general y la fiscal provincial de Madrid, la primera diligencia que el juez puso en marcha y bajo secreto de sumario. Uno de estos agentes es el teniente coronel Antonio Balas, instructor del informe sobre los mensajes que encontraron en el teléfono de Pilar Rodríguez y también al frente de la investigación policial de otros casos como Koldo, Montoro o el supuesto “soborno” del propio González Amador a un directivo de Quirón y cuyo nombre ha aflorado como una de las personas contra las que Leire Díez cargaba en sus grabaciones. Balas ya compareció en fase de instrucción ante Hurtado para ratificar sus informes y protagonizó un tenso interrogatorio a preguntas de la Fiscalía y la Abogacía del Estado. Reconoció que su primer informe –clave en la instrucción que impulsó Hurtado y que la Abogacía considera nulo– omitió datos relevantes de la tarde del 13 de marzo, por ejemplo el bulo de Miguel Ángel Rodríguez. “Al teléfono del fiscal general no pudimos acceder, puesto que estaba borrado”, ha explicado otro de los agentes. Si saben que usó la aplicación WhatsApp, han añadido, lo saben “a través del teléfono de la fiscal Pilar Rodríguez”. El 23 de octubre de 2024, una semana después de la apertura de la causa, el fiscal general cambió “de terminal”, y solo identificaron un formateo desde el verano del año anterior. “Se puede determinar que ha existido un borrado”, ha dicho otro para añadir que el borrado se extendió a la cuenta: “Cuando se intenta hacer una recuperación de la copia de seguridad se comprueba que esa cuenta ha sido eliminada recientemente”. Las acusaciones consideran que este borrado masivo de datos por parte de García Ortiz –una semana después de que fuera público que el Supremo había abierto una causa contra él y una semana antes del registro de su despacho– es un indicio de ocultación de pruebas y también de culpabilidad. “Se nos dijo que había cambiado de teléfono” El primer agente de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil que ha declarado en el juicio ha explicado que estuvo presente en los registros de octubre del año pasado en la Fiscalía y que en ese momento Álvaro García Ortiz ya avisó de que había cambiado recientemente de teléfono: “Se nos dijo que había cambiado de teléfono, no recuerdo la fecha exacta pero llevaba poco tiempo con el teléfono”. Tanto el fiscal general como el personal de la Fiscalía, ha añadido este agente, estuvieron “colaboradores” durante la diligencia. Tanto la Abogacía del Estado como la Fiscalía intentan demostrar que los registros ordenados por Ángel Hurtado –avalados por la Sala de Apelaciones– fueron excesivos y recopilaron información de su ordenador, teléfono y correo de forma desproporcionada. Copiaron contenido del teléfono, de sus correos y de un disco duro, donde en días anteriores se había hecho una copia del ordenador de sobremesa. “Existía una copia de ese ordenador, se acababa de cambiar recientemente. Se hizo una copia total del disco duro”. Esa copia, ha añadido este primer agente, “se devolvió a la Fiscalía”. Uno de sus compañeros ha especificado que es “imposible” hacer volcados de datos de forma selectiva: “El volumen de información es tanta que revisar uno por uno archivos es inviable. Técnicamente, es imposible filtrar por fechas”. “Cuando se realiza el volcado de un móvil no se puede seleccionar un tramo de fechas concreto”, ha apuntado otro. En ese mismo sentido se han pronunciado los agentes que registraron ese mismo día el despacho de Pilar Rodríguez, la fiscal de Madrid entonces investigada y hoy exonerada de cuyo teléfono salieron los mensajes clave para impulsar la acusación del caso. “En el acta se hizo constar que determinadas descargas tenían que hacerse de todo el periodo que existiese”, ha añadido uno de ellos.