ContextoEl reposicionamiento de comercio en Norteamérica no es casualidad, es una estrategia de un negociador que sabe dirigir el poder, de una persona que lo ha tenido todo, perdido todo y vuelto a recuperar; que sabe perfectamente posicionarse en mejores condiciones que sus aliados y competidores, para fortalecerse.Por el lado que nos corresponde, es necesario estar conscientes de que la principal ventaja de nuestro socio comercial no necesariamente es nuestra, pero que puede ser compartida; como decíamos en la primera entrega de esta columna, Donald Trump busca lograr que las inversiones se queden en su país, mientras que en nuestro caso, en México buscamos que las inversiones lleguen de otros países para instalar sus manufacturas y exportar, vía el T-MEC, lo cual nos pone en una posición de alerta para los objetivos de Estados Unidos y, en parte, ahí vienen los aranceles que nos han sido impuestos en sectores fundamentales como lo es el automotriz.En otras palabras, debemos aprovechar el momento geopolítico para atraer inversiones y la relocalización, para también fortalecer la base industrial de México.Aunque cada vez se ve más distante la participación de Canadá en las negociaciones, recordemos que es una de las puertas de entrada a Estados Unidos, por lo que difícilmente sería excluido del T-MEC, en caso de que todo avanzara por esta vía, por lo que la división en dos acuerdos comerciales, uno para México y el otro para Canadá, aunque subsiste, se ve más lejana. Esta posibilidad cobra fuerza en la capacidad de Donald Trump de negociar por separado con cada país y lograr sus objetivos.La oportunidadNuestra fuerza aún reside en que México es el país manufacturero, de bajo costo, que produce en línea con lo que Estados Unidos requiere, una cultura con algunos elementos y símbolos comunes y que se entienden entre sí, en idioma, más inglés y menos español, en la visión occidental y los objetivos, hablando principalmente de negocios, no necesariamente de elementos sociales.Todo se vuelve riesgoso en un camino de negociación contra un gigante; Donald Trump marcó en 2020, frente a la pandemia, el inicio del cambio estructural global; no sería hasta este nuevo periodo en su presidencia cuando se percató realmente de las grandes posibilidades con las que cuenta para lograr sus objetivos, y lo ha demostrado en cada acción, y ese será su legado, un nuevo orden económico global.Precisamente ahí es donde surgen las oportunidades para nuestro país, en el impulso del presidente Trump y el sistema de aranceles diferenciados y acuerdos recíprocos. ¿Debería ser nuestra preocupación la permanencia de Canadá en el T-MEC? La realidad es que diplomáticamente nadie lo dice, pero en esta secuencia de la negociación, el interés y preocupación de cada país es el propio, y México se encuentra en un momento clave, que ha reiterado el secretario de Economía, Marcelo Ebrard; debemos tener el mejor acuerdo con Estados Unidos, los menores aranceles posibles y buscar librar productos estratégicos de nuestras principales cadenas globales de suministro, para continuar con la ventaja competitiva frente al mundo.En conclusiónEstamos frente a la reconfiguración global de las cadenas de suministro, donde las empresas se debaten a nivel internacional entre las ventajas de costos de producir en China, y el acceso al mercado estadounidense y sus principales socios. En esta dinámica, países como Vietnam, India y México nos posicionamos como los que buscamos ganar mercado mediante la atracción de inversiones, y en la competencia válida en la que entra la infraestructura logística y regulatoria de cada país, así como las condiciones de acceso al mercado, manufactura y clima de negocios.México ha sido muy claro en este aspecto desde el inicio del periodo de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, a través del Plan México, definiendo como clave el aumento de la inversión extranjera, proteger la capacidad exportadora del país y garantizar la mejor posición relativa en el mercado estadounidense. Asimismo, el enfoque en un mayor contenido nacional e innovación.Lo siguiente, analizar los números involucrados en estos cambios globales, los afectados y por cuánto tiempo.Alejandro Pulido es CEO de AP Global Advisors, Asuntos Públicos y Nearshoring, y presidente del Consejo Consultivo Económico del World Integrity and Compliance Forum. Ha sido directivo de empresas trasnacionales altamente reguladas, ejecutivo en diversos organismos empresariales y negociador de alto nivel del gobierno mexicano, desde la Secretaría de Relaciones Exteriores.Consulta información sobre el autor: https://apglobaladvisor.com/ https://www.linkedin.com/in/alejandropulidogarcia/The post El nuevo orden económico global (2) first appeared on Ovaciones.