Ya hay profesores sin formación obligatoria en las aulas madrileñas. Sólo es el último caso de una tendencia creciente en todas las regiones

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En los institutos públicos de Madrid (y de muchas otras comunidades españolas), se da una situación que, hasta hace poco, parecía impensable: la presencia en las aulas de profesores sin la formación habilitante exigida por la ley. Ingenieros que enseñan Física, filólogos que imparten Lengua o Latín, matemáticos recién llegados de la empresa privada que se enfrentan a grupos de adolescentes sin haber recibido instrucción pedagógica, aunque sabiendo 'de lo suyo'.En apariencia, se trata de una solución temporal para un problema coyuntural: la falta de docentes cualificados. Pero bajo esta medida muchos ven una crisis estructural que afecta a todo el sistema educativo: precariedad, falta de planificación, condiciones laborales poco atractivas y una formación del profesorado que muchos califican de insuficiente o mal diseñada.El Gobierno de Isabel Díaz Ayuso en la Comunidad de Madrid ha abierto listas extraordinarias de interinos para cubrir vacantes con titulados que no disponen del máster del profesorado —actual requisito legal para impartir clase en secundaria, bachillerato o FP—, justificando la medida como necesaria para "garantizar el derecho a la educación". De la excepción pandémica a la normalidadEsta situación no surge de la nada. Su origen inmediato se remonta a 2020, en plena pandemia, cuando el Ministerio de Educación dirigido por Isabel Celaá aprobó una flexibilización "excepcional y limitada" del acceso a la docencia. La medida, aprobada mediante real decreto, permitía que titulados universitarios sin máster pudieran incorporarse a las aulas de secundaria y formación profesional de manera temporal, ante el colapso de las bolsas de interinos y la imposibilidad de cubrir bajas.El objetivo era claro: evitar que miles de alumnos se quedaran sin profesor en un curso marcado por los confinamientos, los desdobles de grupos y la falta de recursos humanos. Las comunidades autónomas acogieron la decisión con alivio. "Si la alternativa es quedarse sin profesor, es preferible tener uno al que le falte un requisito", justificaba entonces Raimundo de los Reyes, presidente de la asociación de directores Fedadi.Esa medida, que debía ser provisional y concluir al final del curso 'pandémico', ha ido consolidándose, en distintos momentos, en distintas regiones del país. En Genbeta Ser fontanero o estudiar cuatro años en la universidad: la Gen Z frente al dilema de que una IA pueda dejarles sin trabajo en el futuro Lo que empezó como un recurso de emergencia está transformándose en un modelo de gestión del déficit docente Un déficit que no deja de crecerEspaña cuenta hoy con más de 826.000 docentes en colegios e institutos, la cifra más alta de su historia. Sin embargo, no son suficientes: el sindicato CSIF calcula que faltarían cerca de 46.000 profesores para mantener las ratios de alumnado por docente que había en 2010. La escasez es especialmente grave en las materias técnicas y científicas: Matemáticas, Física, Informática, Electricidad o Electrónica, así como en la Formación Profesional (FP), donde algunos grupos han pasado meses sin profesor.La crisis de profesorado no es exclusiva de España. Según la Comisión Europea, 24 países de la UE se enfrentan a un problema similar. La UNESCO estima que el mundo necesitará 44 millones de nuevos docentes en los próximos cinco años para cubrir la demanda educativa global.Pero en el caso español, el fenómeno tiene causas propias: un envejecimiento acusado del cuerpo docente, una oferta limitada de plazas públicas en el máster del profesorado y una creciente fuga de titulados hacia el sector privado, que ofrece mejores sueldos y condiciones laborales.En países como Alemania, Italia o Francia se han implementado programas de emergencia similares, incorporando temporalmente a profesionales sin titulación pedagógica plena. Pero en la mayoría de ellos se acompañan de formaciones aceleradas y tutorizadas, algo que en España, salvo excepciones como Galicia en 2020, nunca llegó a sistematizarse.Comunidades que rebajan requisitosAnte esta escasez, varias comunidades han optado por relajar los requisitos de acceso a la docencia. Al menos la Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha, Extremadura, La Rioja, Canarias, Murcia, Andalucía y Castilla y León pidieron al Ministerio autorización para contratar licenciados sin máster en determinadas especialidades cuando las bolsas de interinos se agotan.Cataluña lo hizo ya en 2018: permitió la entrada en la bolsa de interinos de titulados sin máster siempre que se comprometieran a obtenerlo en tres años —plazo que luego se redujo a dos—. A comienzos de este año, casi 400 profesores de secundaria y bachillerato impartían clase en esa comunidad sin haber completado la formación habilitante, y unas 6.000 personas están inscritas en la bolsa bajo ese régimen excepcional.El gobierno catalán incluso tuvo que enviar en 2024 un ultimátum a miles de docentes recordándoles su obligación de matricularse, aunque finalmente evitó expulsarlos: la falta de profesorado pesa más que el cumplimiento estricto de la norma. En Genbeta Usar el móvil en los colegios e institutos es cada vez más frecuente: la AEPD advierte de los riesgos El máster del profesorado: un cuello de botellaEl máster en Formación del Profesorado (MAES) es, desde 2009, el requisito imprescindible para enseñar en secundaria, bachillerato y FP. Sin embargo, el sistema universitario no ha sabido adaptarse al volumen de demanda. En Cataluña, por ejemplo, las plazas públicas ofertadas son insuficientes, y las privadas inasequibles (entre 4.500 y 7.000 euros frente a los 1.200 de una universidad pública).Este desequilibrio ha provocado que más de la mitad de los estudiantes cursen el máster en universidades privadas, muchas de ellas online, que han pasado de acoger el 38% del alumnado al 54% en solo ocho años. La situación genera una brecha doble: económica —no todos pueden costearlo— y de calidad —algunas instituciones privadas han sido criticadas por la escasa exigencia académica—.El propio diseño del máster se encuentra en revisión. El Ministerio de Educación y los decanos de las facultades del ramo estudian ampliarlo a dos años, introducir pruebas de acceso y reforzar las prácticas, para evitar lo que muchos consideran un 'trámite burocrático' con poca utilidad real. Pero mientras ese debate continúa, miles de aulas siguen ocupadas por profesores que aún no han cursado dicho 'trámite'.Madrid se suma al clubLa Comunidad de Madrid ha sido la última en acaparar titulares por este motivo: ante la falta de docentes habilitados, ha recurrido a listas extraordinarias de interinos sin máster para cubrir vacantes de Matemáticas, Física, Química, Lengua o Latín.La presidenta de la Asociación de Directores de Institutos Públicos de Madrid, Rosa Rocha, denuncia que esta situación merma la calidad educativa porque "llegan el primer día y no saben dar clase". El propio Gobierno regional ha pedido al Ministerio que permita incluso que jubilados o estudiantes de tercer curso universitario impartan clase en áreas deficitarias, una propuesta que fue rechazada.Formación Profesional, o cómo morir de éxitoEl colapso de la FP es el síntoma más claro de esta crisis estructural. Los gobiernos han impulsado esta vía como respuesta al desempleo juvenil y a la falta de técnicos cualificados, pero la demanda crece más rápido que la oferta de docentes.Según directores de centros de FP, alrededor del 20% del profesorado carece del máster habilitante, y muchos institutos empiezan el curso sin profesores en ramas como Informática o Electricidad. Algunos directores admiten recurrir a redes sociales o a contactos empresariales para encontrar profesionales dispuestos a dar unas horas de clase.Al contrario que en los casos de bachillerato y secundaria, la ley de FP sí prevé la figura del "profesor experto", un profesional del sector que imparte docencia parcial, pero su desarrollo normativo es aún incipiente. Mientras tanto, la paradoja se agrava: los ciclos con más empleabilidad son también los que más dificultades tienen para encontrar profesores.Imagen | Marcos Merino mediante IAEn Genbeta | La generación Z pasa de las tech. Quieren trabajo estable, amable y con vacaciones largas: su sueño es la educación, según LinkedIn (function() { window._JS_MODULES = window._JS_MODULES || {}; var headElement = document.getElementsByTagName('head')[0]; if (_JS_MODULES.instagram) { var instagramScript = document.createElement('script'); instagramScript.src = 'https://platform.instagram.com/en_US/embeds.js'; instagramScript.async = true; instagramScript.defer = true; headElement.appendChild(instagramScript); } })(); - La noticia Ya hay profesores sin formación obligatoria en las aulas madrileñas. Sólo es el último caso de una tendencia creciente en todas las regiones fue publicada originalmente en Genbeta por Marcos Merino .