Lo que comenzó como una simple prueba interna se convirtió en uno de los casos más curiosos en el mundo de la inteligencia artificial reciente. A mediados de agosto de 2025, las redes se inundaron con imágenes generadas por un modelo de IA desconocido que había sido subido a LM Arena. Las creaciones, de estilo llamativo y sorprendente calidad, despertaron la atención del público. El misterio era aún mayor por el nombre del modelo: Nano Banana.Poco después, Google confirmó que este modelo era en realidad parte de su familia Gemini, bajo el nombre oficial Gemini 2.5 Flash Image. Pero para ese momento, ya era tarde. La comunidad había adoptado con entusiasmo el apodo no oficial, y Google, lejos de resistirse, decidió abrazarlo también.El origen del nombre Nano BananaLa explicación oficial no llegó hasta noviembre, cuando David Sharon, gerente de producto de la línea Gemini, fue invitado al podcast «Made By Google». Allí reveló el verdadero origen del curioso nombre. Durante la fase de pruebas, cuando se suben modelos de manera anónima a LM Arena, se requiere un nombre temporal. Fue Nina, una gerente de producto, quien a las 2:30 de la madrugada, eligió sin mucha planificación el título Nano Banana.No hubo reuniones de branding ni pruebas de marketing. Fue un gesto espontáneo, una decisión de madrugada similar a cuando nombramos un archivo en el ordenador con algo como «final_def_2b» porque ya no sabemos cuál versión es la definitiva. Ese nombre, lejos de desaparecer tras el lanzamiento oficial, se convirtió en la forma preferida de la comunidad para referirse al modelo.De nombre informal a identidad oficialEl impacto fue tal que Google no solo aceptó el nombre Nano Banana como parte del lenguaje habitual de sus usuarios, sino que lo incorporó a su comunicación oficial. En la app de Gemini, por ejemplo, aparece un emoji de banana para indicar que el modelo está disponible, una señal de que la empresa ha internalizado el valor simbólico del apodo.Este tipo de adopción es poco común en compañías del tamaño y perfil de Google, donde cada producto suele pasar por rigurosos procesos de nominación, pruebas de aceptación y validaciones legales. Sin embargo, el caso Nano Banana demuestra que a veces el azar puede ser más efectivo que cualquier estrategia. La espontaneidad de un nombre simpático logró conectar con los usuarios de manera más efectiva que un título técnico como «Gemini 2.5 Flash Image».El poder de la comunidad en la tecnologíaEste episodio también ilustra el rol creciente de las comunidades de usuarios en la definición de la identidad de los productos tecnológicos. Nano Banana no fue elegido por una encuesta ni promocionado con campañas; fue el resultado de una adopción orgánica impulsada por la propia comunidad.Lo mismo ha ocurrido en otras ocasiones: nombres de funciones o herramientas que surgen desde los usuarios terminan siendo oficiales porque logran describir de forma más efectiva lo que hacen. En este caso, el nombre Nano Banana no describe funcionalmente al modelo de IA, pero le da un carácter accesible, simpático y fácil de recordar.Humor y tecnología: una combinación poderosaOtro punto interesante es cómo el humor tiene cabida en el desarrollo de tecnología avanzada. En un entorno dominado por nombres técnicos, acrónimos y cifras de versión, un título como Nano Banana rompe el molde. Esto puede parecer trivial, pero tiene un efecto importante en la forma en que las personas se relacionan con la tecnología.Un nombre curioso puede desarmar la percepción de frialdad que muchas veces rodea a la inteligencia artificial. En lugar de parecer una máquina distante, se vuelve algo más cercano, incluso divertido. Es como si alguien te presentara un robot que, en lugar de llamarse «XJ-9000», se llamara «Pepito». De inmediato, la relación cambia.¿Y qué hay de la tecnología en sí?Más allá del nombre, el modelo Gemini 2.5 Flash Image, conocido ya universalmente como Nano Banana, destaca por su capacidad para generar imágenes de alta calidad a partir de descripciones de texto. Esto forma parte del esfuerzo de Google por competir en el espacio de la generación visual por IA, un terreno donde actores como OpenAI con DALL·E o Midjourney han ganado notoriedad.El modelo fue probado inicialmente en LM Arena, una plataforma que permite comparar diferentes modelos de IA sin revelar su identidad. Gracias a esta metodología, Google pudo evaluar la recepción del modelo de forma imparcial y obtener retroalimentación real de los usuarios. Esa estrategia también ayudó a que el nombre temporal se hiciera viral antes del lanzamiento oficial.Una estrategia que quizá no fue tan accidentalAunque Sharon insiste en que todo fue improvisado, cabe preguntarse si en Google subestimaron el poder de los nombres espontáneos. En un ecosistema donde la percepción lo es todo, lo que parece un error o un accidente puede terminar siendo una jugada maestra. Nano Banana ha conseguido algo que muchos departamentos de marketing desearían: reconocimiento instantáneo, simpatía y una identidad memorable.La noticia Google y su Nano Banana: la historia inesperada de un nombre viral en la inteligencia artificial fue publicada originalmente en Wwwhatsnew.com por Natalia Polo.