Un libro para entender por qué Cádiz despierta admiración, envidia y mitos de la mano de Pepe Mata

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Hay ciudades que uno habita y otras que lo habitan a uno. Para Pepe Mata Morales, Cádiz pertenece a la segunda categoría: no es solo un lugar, sino una forma de mirar el mundo. De esa premisa nace Cádiz, mi planeta predilecto, un libro inclasificable y mestizo —memoria personal, crónica histórica, retrato costumbrista, viaje emocional— que quiere ser, ante todo, un homenaje a la ciudad y a su gente. "Es un cajón desastre en el buen sentido. Hay vivencias personales, pasajes históricos, anécdotas, curiosidades… Lo que deseo es que quien lo lea pase un rato agradable", explica el autor.No es, insiste, una obra autobiográfica al uso. "Solo un 20% habla de mí", aclara. Pero inevitablemente su experiencia aparece, porque su infancia —con pelotas de trapo en la calle, pandillas de barrio y veranos sin pantallas— es la misma que vivieron miles de gaditanos nacidos en su generación. Su vida sirve como hilo conductor de un libro que entiende Cádiz como una memoria compartida.El escritor gaditano, posando con su libro. REYNA Mata no escribe desde la nostalgia folclórica ni desde el localismo fácil. Al contrario: ha intentado huir del cliché. "He tratado de evitar el chovinismo, de no mirarnos el ombligo. Cádiz es mucho más que el tópico del Carnaval, el sol y el humor", defiende. Por eso rescata episodios que muchos gaditanos desconocen, aunque formen parte de su historia colectiva: el maremoto de 1755, la explosión de 1947, el ataque anglo-holandés de 1596. No como lecciones académicas, sino reimaginados desde lo literario. "Juego con viajes temporales y dimensionales que le dan un toque novelesco", confiesa.También hay crónicas vivas del Carnaval, pero lejos del "folklore para turistas". Una de las historias más jugosas es la de la noche del Teatro Falla de 1973, en la que Antonio Martín derrotó por primera vez al mítico Paco Alba y el teatro se convirtió en un campo de batalla emocional. "Mucho se ha escrito, pero hablé con la hija de Paco Alba, que estuvo allí con 15 años, y contó cosas que jamás se habían publicado". Esa búsqueda de fuentes directas impregna buena parte del libro.Diálogos con los gaditanos que han hecho CádizEl autor conversa con figuras reconocidas y queridas: el guitarrista Paco Cepero, el humorista Antonio Reguera, Manolo Gago, el Noly, Selu Figuereo... pero también con gaditanos "adoptivos" como Alfredo Relaño o Maldini, que sin haber nacido allí viven Cádiz como patria sentimental. Todas las entrevistas responden a una pregunta matriz: ¿Qué significa Cádiz para ti? Las respuestas, dice Mata, son tan variadas como la ciudad misma.El libro cuenta con el arte en la portada de Cecilio Chaves. REYNA Su propia biografía ayuda a tender puentes: gaditano ligado al fútbol, al mundo empresarial, a la música y al Carnaval, autor de agrupaciones y dos discos publicados, Mata ha transitado por casi todos los territorios culturales de la ciudad. "He tocado todos los palos, menos el cofrade. Me gusta la Semana Santa, pero no la he vivido desde dentro", explica. Pero el libro no solo es memoria: también es reflexión vital. "Con los años aprendes que lo importante no son las metas, sino el camino. Un café con un amigo un martes hay que saber disfrutarlo".Pepe Mata, un todoterreno de la vida gaditana. REYNA El proyecto nació durante la pandemia, avanzó a trompicones y terminó tomando forma en 42 capítulos. "Había años en los que escribía dos y otros en los que escribía dieciocho. No fue un proceso uniforme, ni por inspiración ni por tiempo". Lo que sí fue constante es la necesidad de publicar. Después de décadas escribiendo —novelas de juventud, artículos, letras de Carnaval—, Cádiz, mi planeta predilecto es su debut editorial. Y no será el último: tiene una segunda obra ya en marcha, esta vez abiertamente narrativa.El libro es también un objeto artístico: la portada y la contraportada son obra del pintor Cecilio Chaves. "Son una auténtica obra de arte. No quería un libro bonito: quería un libro que fuese, físicamente, Cádiz".Cádiz fuera de Cádiz: admiración, tópicos y envidiasMata ha viajado mucho y conoce bien la imagen que la ciudad proyecta más allá de la Bahía. "Cuando dices que eres de Cádiz, siempre hay un comentario positivo, pero no impostado. Cádiz despierta simpatía, pero también una envidia —a veces sana, a veces no— que habla de lo que la ciudad representa: libertad, ingenio, vida pausada, mar abierto". Dedica un capítulo entero a esa mirada ajena.Cuando habla de Cádiz como "planeta", lo hace en sentido literal: un universo autónomo con leyes propias. Un lugar pequeño que lo contiene todo: la ironía y la tragedia, la historia y la calle. "Si alguien me dice que se lo ha pasado bien leyéndolo, ya estoy pagado".