Si no llueve antes de que termine 2025, las dos principales ciudades de Irán corren un grave riesgo de quedarse sin agua, lo que obligaría a las autoridades a realizar evacuaciones masivas.Una vista de la capital, Teherán.Irán se enfrenta a una grave sequía que ahora amenaza con poner de rodillas a todo el país. La falta de lluvias y nevadas en las montañas del norte ha secado los ríos y embalses, dejando a millones de iraníes luchando por un sorbo de agua potable.Teherán, la caótica metrópolis de más de 10 millones de habitantes, se encuentra en el centro de esta emergencia. En la ciudad, los racionamientos nocturnos se han convertido en algo habitual, y el Gobierno no descarta la evacuación de la capital si no llueve antes de finales de año. Una catástrofe anunciada, que combina factores climáticos extremos con un sistema hidráulico frágil y obsoleto.Faltan las lluvias, pero también hay una mala gestión de los recursos hídricosSegún el ministro de Energía, Abbas Aliabadi, Irán se enfrenta a "la peor sequía de los últimos diez años". De las 31 provincias, 15 no han visto ni una gota de lluvia durante todo el otoño, una anomalía que ha dejado los embalses secos.IRAN: Tehran is facing an acute water emergency. Historic drought and low rainfall have depleted reservoirs, prompting warnings from President Masoud Pezeshkian that the capital may need to be relocated.The Amir Kabir Dam holds only 8% of its capacity, leaving less than two pic.twitter.com/qSrRshpQ0I— Volcaholic (@volcaholic1) November 6, 2025A nivel nacional, 19 grandes embalses están completamente vacíos, lo que equivale al 10 % de las reservas totales del país. Teherán, abastecida por cinco cuencas principales al pie de la cordillera de Alborz, es especialmente vulnerable. Uno de ellos ya se ha secado, mientras que otro languidece por debajo del 8 % de su capacidad. Las cumbres nevadas del Alborz, que suelen teñirse de blanco en noviembre y proporcionan el deshielo primaveral para el agua del verano, este año se muestran desnudas y áridas. Las previsiones meteorológicas no ofrecen ningún alivio. En los próximos 10 días no se prevén borrascas capaces de traer algo de lluvia. Pero no es solo el clima lo que traiciona a Irán. Los expertos locales señalan las infraestructuras obsoletas, las altísimas temperaturas estivales que han acelerado la evaporación y una gestión ineficaz de los recursos, agravada aún más por el explosivo crecimiento demográfico en las ciudades. Agua racionada y medidas drásticas Las repercusiones son inmediatas y devastadoras. En Teherán, desde hace aproximadamente una semana, los barrios periféricos sufren cortes en el suministro entre medianoche y las cinco de la mañana, sin previo aviso.La población, ya castigada por las sanciones económicas y la inestabilidad política, se ve obligada a almacenar agua como si fuera oro. El diario reformista "Shargh" ha dedicado su portada a esta angustia colectiva, titulándola "A la espera del cielo: un grito de esperanza desesperada hacia un cielo indiferente".Las repercusiones son inmediatas y devastadoras. En Teherán, desde hace aproximadamente una semana, los barrios periféricos sufren cortes en el suministro entre medianoche y las cinco de la mañana, sin previo aviso. La situación es aún más alarmante en Mashhad, la segunda ciudad iraní con sus 4 millones de habitantes y su papel como principal centro religioso chiíta. Las cuatro cuencas de abastecimiento aquí tienen reservas inferiores al 3 %, una caída dramática en comparación con los 189 millones de metros cúbicos del año pasado, que han descendido a solo 40 millones en la actualidad.¿El consumo diario? 700 000 metros cúbicos, una demanda que supera con creces la disponibilidad. Toda la nación está de rodillas, con la agricultura devastada, las industrias paralizadas y las tensiones sociales en ebullición.No se descarta la evacuación de la capitalEl presidente Masoud Pezeshkian lanzó una alarma que conmocionó a la opinión pública: "Teherán podría tener que ser evacuada si no llueve antes de fin de año". Palabras duras, que evocan escenarios apocalípticos en una ciudad que ya lucha contra la contaminación y el hacinamiento.Artículo relacionadoLa OMM lanza una advertencia: "el ciclo del agua se está volviendo errático, impredecible y extremo"Irán, cuna de antiguas civilizaciones nacidas a lo largo de los ríos Tigris y Éufrates, se encuentra hoy implorando al cielo un milagro. Mientras en Teherán se mantendrá la retención en las próximas semanas, se seguirá mirando al cielo con la esperanza de que lleguen las primeras lluvias otoñales.