El Festival CiBRA de Toledo alcanza su madurez en una noche de estrellas y clamor por la naturaleza

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Toledo ha vuelto a vestirse de cine. Y lo hizo con la elegancia, la emoción y el talento que ya definen al Festival Internacional del Cine y la Palabra (CiBRA), que anoche clausuró su 17ª edición con una gala desbordante de arte y sensibilidad en el Palacio de Congresos 'El Greco'. Una noche que no solo ha celebrado al séptimo arte, sino que también se transformó en un clamor por la naturaleza, recordando —entre música, danza y palabras— los desastres que sacuden el planeta: danas, incendios, guerras… Una llamada a cuidar la belleza que aún nos queda. La ceremonia, conducida por J ulio Armesto y Chantal Martín —que se estrenó con naturalidad y carisma—, se desarrolló como un espectáculo total, con guiños a la música, la literatura y el humor. Fue, en todos los sentidos, un despliegue de energía, arte y emoción que volvió a superar las expectativas del público. Desde el intenso abrazo entre Clara Lago y María Hervás tras recibir el premio Alice Guy, hasta la espontaneidad arrolladora de Victoria Abril, la complicidad de los hermanos Álvaro y Ángela Cervantes o las palabras llenas de vida de Irene Villa, la noche estuvo trenzada de momentos que quedarán en la memoria. El presidente de la Academia de Cine, Fernando Méndez-Leite, definió la esencia del evento con admiración: «Cuánto talento, coreografía, orquesta, bailarines... parece mentira, pero es verdad. Felicito a Toledo y al festival por su trabajo». Su comentario resumía el sentir general de una gala que, pese a disponer de menos medios que otros certámenes, supo deslumbrar por su ingenio y calidez humana. El palmarés de esta edición estuvo marcado por la diversidad y la emoción. El premio a la mejor interpretación femenina fue para Blanca Soroa por Los Domingos, película que también se alzó con el premio 'Carlos Blanco'. La cinta Sirat compartió este reconocimiento, mientras que Tres Adioses, de Isabel Coixet, recibió el galardón a mejor película en la sección oficial. El premio del público fue para 'Flores para Antonio', un documental sobre el mítico artista Antonio Flores que conquistó corazones. Los premios honoríficos reconocieron trayectorias que dejan huella: Los Toledo de Cine fueron para Victoria Abril y Alberto Ammann. Los Alice Guy recayeron en Clara Lago (cine) y Christina Rosenvinge (otros ámbitos de la vida). Fernando Aramburu recibió el galardón literario El Viento de la Luna, de manos de Leonardo Padura. Los hermanos Álvaro y Ángela Cervantes fueron distinguidos con la Orden de Toledo. Y el reconocimiento Adaptación a una vida de cine fue para Irene Villa, símbolo de resiliencia y esperanza. El premio Especial de Cine y Educación fue para los programas cinematográficos de RTVE, y se rindió un homenaje muy aplaudido al doblaje español, con figuras como María Luisa Solá y Camilo García, las legendarias voces de la Sirenita y de Jack Nicholson. Uno de los momentos más originales de la noche llegó cuando Roberto Álamo pidió al público ponerse antifaces, cedidos por la ONCE, para centrarse en la escucha. Las voces de personajes icónicos del cine resonaron en la oscuridad, recordando el poder del sonido, la emoción y la imaginación. Fue un homenaje tan sencillo como conmovedor. La segunda parte de la gala volvió a poner el acento en la Naturaleza, con un número musical vibrante que reforzó el mensaje del festival: el arte como conciencia y compromiso. No por casualidad, el cartel de este año incluye por primera vez al río Tajo a su paso por Toledo, símbolo del vínculo entre cultura y entorno. El director del CiBRA, Gabriel Castaño, recibió una ovación tras su discurso, en el que agradeció el apoyo institucional y pidió más espacios para la proyección de películas: «Tenemos que optimizar los espacios públicos para que nadie se quede fuera. El público es el alma de este festival». Su equipo, que ha hecho del cariño, la creatividad y la excelencia una fórmula infalible, ha conseguido consolidar al CiBRA como un festival de referencia en el panorama nacional, capaz de atraer a cineastas, escritores y público por igual. Durante más de dos semanas, Toledo y La Puebla de Montalbán han respirado cine, literatura y reflexión. Han pasado por el festival nombres como Víctor Manuel, con la presentación de Solo pienso en ti; Arturo Pérez-Reverte, que reunió a más de 600 estudiantes en el campus universitario; o el escritor David Uclés, con La península de las casas vacías, uno de los fenómenos literarios más leídos de los últimos años. También Fernando Aramburu y Leonardo Padura participaron en un encuentro en el Cigarral del Ángel, mientras el público llenaba salas y auditorios en una edición marcada por el compromiso, la emoción y la belleza.