La metáfora de la larga noche ha sido utilizada recurrentemente para calificar el franquismo. Pocas instituciones pueden recurrir a ella con mayores argumentos que el Futbol Club Barcelona. El Barça estaba ampliamente avisado de lo que podría pasar si ganaban los nacionales en la guerra civil. Al fin y al cabo, los sublevados habían fusilado a su presidente, Josep Suñol i Garriga, en las primeras semanas de la guerra civil. Desde tiempos de Gamper y la dictadura de Primo de Rivera, el gran embajador deportivo de la catalanidad pasaba por ser, a ojos totalitarios, un nido de separatistas’, refugio de cuanto odiaban los sublevados.Seguir leyendo....