Una ganadora del premio Gordo de la Lotería de Navidad se arruina y acaba con deudas: «Mi padre debe…»

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A poco más de un mes para que tenga lugar el sorteo más esperado del año, el de El Gordo de Navidad , los décimos de lotería vuelan de las administraciones. Hace unos días en el programa de Sonsoles Ónega , de cara a las fiestas, que ya están a la vuelta de la esquina, entrevistaron a una economista para que diera consejos a quienes se consigan hacer con algunos de los premios : «¿Cómo invertirlo?». Y es que no todo el mundo es capaz de gestionar grandes cantidades de dinero , sobre todo cuando son sobrevenidas, de manera repentina. Es el caso de Tamara y su familia, que en 2010 celebraban por todo lo alto haber conseguido 600.000 euros gracias a dos décimos del premio gordo de ese diciembre y ahora, 15 años después, se encuentran «en la ruina». La joven acudía a ' Y Ahora Sonsoles ' (Antena 3) para contar su experiencia y habló alto y claro al respecto: «La emoción que se vive en ese momento es incalculable. No estamos preparados como sociedad para manejar tanto dinero». En su caso, todo vino porque decidieron reformar la casa e invertir en un bar. Su padre fue el más decidido de cara a emprender un negocio desde cero. «Hubo temporadas que estuvo llenísimo, pero porque la gente tenía dinero», ha recordado Tamara, en alusión a los inicios del establecimiento. Sin embargo, poco a poco dejaron de tener clientela por la coyuntura económica, según ella, y aparecieron los problemas. Tanto fue así que tuvieron que cerrar el local y asumir las deudas. Su abuelo, por su parte, invirtió el dinero obtenido en viajes, arreglos familiares y ayudó a los de su entorno. «Repartió algo entre los nietos». Al final ese capital también se esfumó y a día de hoy, Tamara y su familia tienen deudas que abordar y es por eso que en el caso de su padre, el emprendedor del negocio, ha tenido que volver a la obra. «Yo tengo como 1.000 euros pendientes de autónomos y mi padre alrededor de 20.000 euros». Mónica Melle , la economista que acompañaba a Tamara y a Sonsoles Ónega, ha sido clara en situaciones como esta: «Hay que ser conscientes de que es un aumento repentino del capital y no continuo». «Lo primero debería ser pagar las deudas y no aumentar el tren de vida de forma rápida», ha añadido. Sobre lo que ha sucedido a la familia de la joven entrevistada, ha querido aplicarles este consejo, a futuro: «Cuidado con los caprichos y los gastos que estos acarrean». Por ejemplo, el comprarse una vivienda o poner en marcha un negocio , como es el caso, porque después eso conlleva desembolsos económicos importantes: «Si es un inmueble, hay que pagar IBI, gastos de comunidad…».