Un español en el lago Ness pregunta al patrón del barco si hay algo de verdad debajo y se sorprende con su respuesta: «Creo que...»

Wait 5 sec.

Desde tiempos inmemoriales, la humanidad ha mirado hacia la naturaleza en busca de respuestas a lo inexplicable . En los desiertos, en las selvas más profundas o en los océanos inabarcables, siempre han surgido relatos sobre criaturas imposibles, seres que parecen habitar ese límite donde la ciencia y la imaginación se confunden. Entre todos ellos, pocos han alcanzado la proyección global del supuesto habitante de las aguas oscuras de un lago en las Tierras Altas de Escocia. El monstruo del lago Ness, conocido coloquialmente como Nessie , se ha convertido en una figura icónica, reproducida en libros, películas, reportajes y relatos populares que se han transmitido de generación en generación. A pesar del paso del tiempo, el mito no se debilita . Cada año, miles de personas se acercan al lago con la esperanza de ver algo moverse bajo la superficie . Entre ellos se encuentra Pau Clavero, un joven español que se dedica a documentar viajes y lugares cargados de historia y misterio. En esta ocasión, ha querido responder a la pregunta que muchos se hacen desde la infancia: ¿hay algo real bajo esas aguas? «No sé a vosotros, pero a mí esta historia de pequeño me fascinaba, pensar que un monstruo vivía en un lago, una especie de dinosaurio que no se extinguió estaba en las profundidades de un lago cerca de donde vivía. Bueno, digo cerca porque no está la otra punta del mundo», comienza revelando. Sus palabras acompañan imágenes del entorno, donde el paisaje escocés, cubierto de niebla y vegetación, parece reforzar el legado de la leyenda. Al llegar al lugar, el español señala algo que sorprende a primera vista: «Lo primero que te das cuenta al llegar aquí es que su geografía es un poquito extraña, ya que como veis de ancho el lago no es muy grande. Puedo ver las montañas enfrente de mí, pero es extremadamente largo. Estamos hablando de 37 km de longitud, y lo que es más impresionante, hasta 250 m de profundidad». El creador muestra la extensión desde la orilla, reforzando la impresión de un cuerpo de agua que parece interminable cuando se recorre en barco y su explicación continúa con un repaso histórico de la leyenda de Nessie : «La primera vez que se habló de este monstruo, nos remontamos al siglo VI con la historia de San Columba, exactamente en el 565 después de Cristo, donde se supone que un caballero ahuyentó a una bestia acuática en el río Ness» y añade que «el rumor como que hibernó hasta el mil ochocientos y algo, donde ya empiezan a ver rumores de una gran bestia en el lago o por primera vez se le llama el monstruo, el monstruo del lago Ness». Sin embargo, el episodio que dio un giro cultural a la leyenda no llegaría hasta la década de 1930. «Pero realmente la historia empieza en 1933 porque se construye la carretera al lado del lago, lo que hizo mucho más accesible a la gente que lo fuera a visitar», explica mientras muestra recortes de la época. «Ahí es donde se supone que la gente empezó a verlo. La gente se acercaba al lago. Cada vez habían más recortes en los periódicos sobre esta misteriosa criatura». El creador recuerda también la célebre ' fotografía del cirujano ' de 1934: «En la foto se podía ver la figura de un animal con un gran cuello saliendo del agua con unas dimensiones muy muy grandes». No obstante, como señala más adelante, aquella imagen fue reconocida como un montaje años después . Aun así, lejos de disipar el interés, esa revelación fue solo un capítulo más de una historia que continua hasta nuestros días. El influencer recuerda también cómo en los años 60 se fundaron organizaciones como Loch Ness Investigation, que instalaron cámaras, telescopios y sistemas de vigilancia permanente para tratar de captar cualquier anomalía . «A día de hoy, 2025, siguen habiendo investigaciones para encontrar a esta criatura. Y es que sí hay un interés tan grande en encontrar este tesoro, resolver este enigma», afirma. Con esa motivación, decide embarcarse en uno de los barcos de la organización que se dedica a buscar indicios de la existencia de Nessie: «He comprado unos tickets. Nos vamos al lago a intentar ver si encontramos a nuestro amigo Nessie. A ver, dudo que vaya a ser yo el que tenga la suerte, el Indiana Jones del Lago Ness… pero bueno, vamos a intentarlo». El barco elegido se llama Deep Scan, un navío que combina rutas turísticas con análisis constantes del lago mediante sonar . «Mi nombre es Steve y soy el patrón aquí en Deep Scan en el Lago Ness. He estado buscando desde hace 22 años y medio», señala el capitán, mientras guía la embarcación. Tras la presentación, el capitán de la embarcación explica el funcionamiento de los equipos : «Tenemos dos sistemas de a bordo, con el sonar aquí. Ahora mismo trabaja a 50 kHz, generalmente funciona en aguas profundas. Y este de aquí está a 200 kHz y generalmente es mejor en aguas poco profundas». Es entonces cuando el español le formula la gran pregunta: «¿Viste criaturas grandes ahí dentro?». Una cuestión que el capitán responde sin titubeos: «Por supuesto. Bueno, no en estos sistemas, pero sí en el pasado», revela mientras muestra una captura de sonar tomada hace cinco años : «Debajo de los peces hay un lugar profundo y oscuro… esa mancha mide 10 metros de largo cuando aparece. El crucero que la captó hace el mismo recorrido cada hora, todos los días. No estaba ahí la hora anterior ni la hora posterior, pero sí estaba ahí entonces. Y la razón por la que es blanca es porque está llena de oxígeno». «Creo que era una criatura alargada, de unos 10 metros de largo, que nadaba con el clásico movimiento serpentino y, por lo que parecía, de color negro», concluye el patrón de barco. Cabe destacar que el reportaje no ofrece una respuesta definitiva , y quizá esa sea la clave del mito , pero sí muestra algo relevante, que la búsqueda continúa . Y aunque nadie pueda asegurar qué se esconde bajo esas aguas negras, lo cierto es que Nessie, real o no, sigue moviendo historias, viajes y conversaciones . Y quizá, solo por eso, nunca desaparecerá.