Si cualquier mudanza ya es un dolor de cabeza y un motivo insuperable de estrés, qué decir de una como la que ahora tiene que hacer el Príncipe Andrés , desalojado por el Rey Carlos III de su mansión de 30 habitaciones de Royal Lodge . Porque quedan muchas cosas por resolver, aspectos tan delicados sobre qué pasará con una indemnización superior a 600.000 euros , el complicado traslado y los desperfectos que deja en la mansión. El nuevo debate de la prensa británica ya no es tanto a dónde se va, sino lo que deja. Esa impresionante residencia que durante dos décadas ha compartido con su exmujer, Sarah Ferguson, y todo lo que ha vivido y acumulado allí. Es como si el Rey Carlos III hubiera estado saboreando durante largos años el momento de la venganza y ahora quiere disfrutarlo al máximo. Por ejemplo, está el asunto de la indemnización . Si el monarca inglés ya es de por sí muy mirado con los temas del dinero, qué decir si encima está metido su odiado hermano. Ahora se dice que el Príncipe Andrés no percibirá la mayor parte de la compensación pactada por marcharse, una cantidad que asciende a más de 600.000 euros. La rescisión del contrato de arrendamiento de Royal Lodge llevaba aparejada esa extraordinaria cantidad, pero una fuente de Casa Real ha explicado que la amplísima propiedad precisa ahora de «mucho trabajo» para volver a dejarla impecable, como quiere el Rey Carlos III. Y eso cuesta un dinero que el monarca no está dispuesto a asumir de su propio dinero. La solución que ha encontrado el monarca es la de cualquier casero al uso que tiene que arreglar lo que ha roto el inquilino. Es decir, que Carlos III pretende sufragar las reformas y reparaciones con buena parte del dinero de la indemnización al que tiene derecho el Príncipe Andrés . El contrato obligaba al hijo favorito de la Isabel II a mantener en buen estado la kilométrica mansión, pintar el exterior e interior cada cierto tiempo y mantener la fachada limpia y lustrosa. Desde luego no es lo que ha hecho en este tiempo , pues las fotos publicadas recientemente muestran los desconchones de la pintura y la escasa higiene de la fachada. Una fuente cercana a Buckingham Palace ha declarado a 'The Telegraph' que esos arreglos se descontarán de una parte de la indemnización a la que tiene derecho. Pero es que el Rey Carlos III pretende ir más allá y, según la prensa británica, está dispuesto a apretar al máximo a su hermano en relación con remuneración anual que le pasará al Príncipe Andrés para su nueva vida lejos de los aposentos reales. Dicen que quiere « evitar que gaste en exceso en su nueva vida como ciudadano corriente». Aun así, se cree que este pago anual será muy superar a la pensión que recibe por parte de la marina, que es de 23.000 euros. Y a falta de conocer el destino de las cajas y las cosas confidenciales de quien a partir de ahora pasará a ser el ciudadano Andrew Mountbatten Windsor , más conocido como el Príncipe Andrés antes de que el Rey Carlos III le quitara todos sus títulos y privilegios. Esa mudanza no se hace en un par de días. Una fuente ha confesado que Andrés recibe diariamente «un interminable número de paquetes de Amazon» . La confesión textual es: «Hay habitaciones llenas de cajas sin abrir. Llevará semanas, quizá meses, sacar todas sus cosas ». En cualquier caso, no parece que le vaya a preocupar demasiado a Carlos III.