La Antártida, símbolo de pureza y aislamiento, también está contaminada. Unos científicos españoles del CSIC han hallado en sus aguas compuestos químicos persistentes que desafían las leyes naturales del transporte oceánico.Se ha descubierto la presencia de compuestos químicos eternos en las aguas de la AntártidaIncluso los lugares más puros del planeta están contaminados. Un equipo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha descubierto la presencia de compuestos químicos eternos en las aguas de la Antártida, una de las regiones más aisladas de la Tierra. El hallazgo demuestra que estos contaminantes pueden superar la barrera de las corrientes oceánicas y alcanzar el extremo sur del planeta a través del aire, viajando miles de kilómetros antes de caer con la lluvia o la nieve.¿Cómo se transportan los contaminantes?El estudio, publicado en la revista Nature - Communications Earth & Environment, ha sido liderado por el Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA-CSIC) y el Instituto de Química Orgánica General (IQOG-CSIC). Los investigadores han identificado concentraciones inesperadamente altas de ácidos perfluoroalquilados (PFAAs) en las aguas del océano austral, próximas a la península Antártica.Los químicos eternos se acumulan en aguas de la #Antártida Un trabajo de @IDAEA_CSIC e @IQOG_CSIC muestra que estos contaminantes permanentes llegan a través de aerosoles marinosLuego se depositan en el océano austral mediante lluvia o nievehttps://t.co/ZxnoZM6d2N pic.twitter.com/cB7kr1Ywmg— CSIC (@CSIC) November 10, 2025Hasta ahora se creía que las corrientes oceánicas no eran capaces de transportar estos compuestos hasta latitudes tan extremas. Sin embargo, los nuevos resultados confirman que los PFAAs llegan a través de aerosoles marinos, que se elevan a la atmósfera y terminan depositándose en forma de lluvia o nieve. Esta vía de transporte atmosférico redefine por completo los mecanismos conocidos de dispersión global de los llamados “químicos eternos”.Qué son los compuestos PFAS y por qué preocupan tantoLas sustancias per- y polifluoroalquiladas (PFAS) son un grupo de compuestos sintéticos muy persistentes utilizados desde hace décadas en infinidad de productos industriales y domésticos. Están presentes en textiles impermeables, envases alimentarios, espumas contra incendios, utensilios antiadherentes y cosméticos.Su estructura química es tan estable que apenas se degrada con el tiempo, motivo por el cual se les conoce como “contaminantes eternos”. Algunos de ellos, como el PFOA o el PFOS, han sido clasificados como cancerígenos o posibles cancerígenos por la Organización Mundial de la Salud.Los PFAAs llegan a través de aerosoles marinos, que se elevan a la atmósfera y terminan depositándose en forma de lluvia o nieve. Estos compuestos se acumulan progresivamente en el medio ambiente y en los organismos vivos. Su persistencia, combinada con la capacidad de viajar largas distancias, los convierte en una amenaza ambiental global. El hallazgo en la Antártida confirma que ya no existe ningún rincón del planeta libre de su influencia.Niveles elevados en el Atlántico SurLos datos proceden de dos campañas oceanográficas internacionales, realizadas en 2021 y 2022, en las que se tomaron muestras de agua desde el Atlántico Norte hasta el océano Antártico. Los resultados muestran concentraciones de PFAAs similares en ambas regiones, algo que hasta ahora se consideraba improbable debido a la lejanía de las fuentes industriales.Artículo relacionadoExpertos del CIRES alertan: un glaciar de la Antártida ha colapsado a una velocidad no vista desde la Edad de HieloLos niveles más elevados se detectaron en las aguas del Atlántico Sur, cerca de las costas de Brasil y Argentina, pero las mediciones en el océano austral revelan que los contaminantes ya se han distribuido de forma global. La investigación confirma así que los PFAS atraviesan fronteras naturales y sistemas climáticos, impulsados por los vientos y las precipitaciones.Un contaminante que no desapareceEl estudio pone de manifiesto que los PFAS no tienen vías naturales de eliminación. Su entrada en el medio ambiente no se compensa con ningún proceso de degradación o salida, lo que provoca una acumulación progresiva en el agua y los ecosistemas. Con el tiempo, esta persistencia puede alterar la química de los océanos y afectar a la fauna marina.La investigación alerta de que los PFAS no tienen vías naturales de eliminaciónLos investigadores advierten que la resistencia de estos compuestos es lo que determina su riesgo a largo plazo. Su presencia en zonas remotas como la Antártida refuerza la necesidad de regulaciones internacionales más estrictas y de una reducción drástica en su producción y uso.La Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA) evalúa actualmente la posibilidad de restringir el uso de los PFAS en la Unión Europea. Los resultados del CSIC aportan nueva evidencia científica que podría acelerar su regulación.Referencia de la noticiaTrilla-Prieto, N., Dachs, J., Iriarte, J. et al. Accumulation of perfluoroalkyl acids as forever chemicals in Antarctic waters. Commun Earth Environ 6, 545 (2025). https://doi.org/10.1038/s43247-025-02535-3