Anthropic, la compañía detrás de uno de los principales modelos de lenguaje del mercado, ha anunciado un ambicioso plan para desplegar infraestructura de inteligencia artificial en Estados Unidos, con una inversión que alcanzará los 50.000 millones de dólares. El proyecto comenzará con la construcción de centros de datos personalizados en Texas y Nueva York, dos ubicaciones estratégicas tanto por su acceso a energía como por su conectividad. La elección de estos estados no es casual: se busca garantizar estabilidad energética, capacidad de expansión y apoyo gubernamental local.El anuncio marca un punto de inflexión para Anthropic, que hasta ahora había centrado gran parte de su crecimiento en alianzas tecnológicas y avances en modelos como Claude. Ahora, el enfoque se traslada a la infraestructura física, un terreno donde también compiten gigantes como OpenAI, Amazon y Google.Infraestructura diseñada para la próxima generación de IALa construcción de estos centros no se trata solo de levantar edificios con servidores. Anthropic los está diseñando a medida junto con su socio técnico Fluidstack, especializado en soluciones en la nube basadas en clústeres de GPU de alto rendimiento. Esta personalización busca optimizar la ejecución de modelos de lenguaje avanzados y reducir cuellos de botella en el entrenamiento y despliegue de sistemas de IA.Cada instalación podrá suministrar varios gigavatios de potencia, un requisito indispensable para el funcionamiento intensivo de la IA generativa. Esta escala energética plantea una pregunta clave: ¿puede el sistema eléctrico estadounidense sostener tal demanda? Tanto Anthropic como su competencia están acelerando sus inversiones mientras se intensifica el debate sobre la capacidad de la red y la sostenibilidad a largo plazo.Empleo, expansión y visión a largo plazoMás allá del aspecto tecnológico, el proyecto tendrá un impacto laboral significativo: se crearán 800 empleos permanentes y más de 2.000 puestos durante la fase de construcción. Esta estrategia responde a una creciente presión política y económica para que el desarrollo de la inteligencia artificial ocurra dentro del territorio estadounidense, reduciendo la dependencia de infraestructura extranjera.Este paso posiciona a Anthropic no solo como un actor tecnológico, sino como un constructor de capacidad industrial nacional. En palabras de su CEO, Dario Amodei, la compañía busca «apoyar avances científicos que antes eran imposibles» mediante el desarrollo de sistemas más capaces. Para ello, no basta con algoritmos inteligentes: se necesita el soporte físico adecuado para ejecutarlos a escala.Competencia feroz: el caso OpenAI y el efecto dominóEl movimiento de Anthropic se entiende mejor en contexto. OpenAI, su principal competidor, ha anunciado compromisos de infraestructura por más de 1,4 billones de dólares, apoyado por aliados como Nvidia, Broadcom, Oracle, Microsoft, Google y Amazon. Esta cifra, colosal incluso para los estándares tecnológicos, ha levantado cejas dentro del sector financiero y regulador, con dudas sobre la viabilidad a largo plazo y el riesgo de una posible burbuja especulativa en torno a la IA.Anthropic, sin embargo, ha adoptado un enfoque más gradual. Según datos internos filtrados por The Wall Street Journal, la compañía espera alcanzar el punto de equilibrio financiero en 2028, muy por delante de los 74.000 millones en pérdidas operativas que OpenAI proyecta para ese mismo año. Esta diferencia refleja una estrategia de crecimiento más medida y, posiblemente, más sostenible.Una red de alianzas en expansiónLa elección de Fluidstack como socio para esta fase de expansión se basa en su capacidad para construir infraestructuras con rapidez y entregar soluciones a gran escala. Fluidstack ya trabaja con empresas como Meta y Midjourney, lo que refuerza su experiencia en el campo de la IA visual y generativa.A esta alianza se suman iniciativas paralelas como el centro de datos exclusivo que Amazon ha construido para Anthropic en Indiana, una instalación de 11.000 millones de dólares que ya está en funcionamiento. En paralelo, se ha expandido el acuerdo de computación con Google por decenas de miles de millones, asegurando acceso prioritario a recursos esenciales para entrenamiento de modelos.Estas colaboraciones no solo garantizan músculo tecnológico, sino también estabilidad frente a posibles cuellos de botella en el suministro de GPU y energía, dos factores críticos en el actual panorama de alta demanda.La dimensión política de la infraestructura de IALa carrera por la supremacía en inteligencia artificial no es solo empresarial, sino también geopolítica. La construcción de centros de datos en territorio estadounidense responde a un llamado de los reguladores y legisladores para reforzar la soberanía tecnológica. En ese contexto, la financiación pública empieza a jugar un papel crucial.OpenAI ha solicitado recientemente al gobierno de Donald Trump la extensión del crédito fiscal del CHIPS Act para incluir no solo fábricas de semiconductores, sino también centros de datos y componentes eléctricos como transformadores. Esta petición, filtrada por Bloomberg, ha reavivado el debate sobre si el sector público debe respaldar financieramente la infraestructura de IA.Aunque la propuesta de garantías federales fue luego matizada, evidencia una tensión creciente: las tecnológicas necesitan respaldo para sostener su expansión, pero los gobiernos aún definen hasta qué punto intervenir. Anthropic, al optar por una inversión directa sin pedir respaldo federal explícito, se distancia —por ahora— de esa controversia.La carrera por el futuro ya tiene fechaLos primeros centros de datos de Anthropic comenzarán a operar en 2026, lo que deja poco margen de error en planificación, construcción y suministro. La ejecución en tiempo y forma será clave para mantener su competitividad frente a rivales que también prometen despliegues masivos, aunque algunos de ellos aún no han puesto en marcha instalaciones operativas.El objetivo de fondo es claro: quien tenga el mayor acceso a capacidad computacional tendrá ventaja en la evolución de modelos de IA cada vez más complejos, capaces de transformar desde la medicina hasta la educación o la energía. En esa carrera, no basta con tener el mejor algoritmo; también hay que contar con los cimientos físicos para que ese algoritmo funcione a escala global.La noticia Anthropic apuesta por la infraestructura de IA en EE.UU. con una inversión de 50.000 millones de dólares fue publicada originalmente en Wwwhatsnew.com por Natalia Polo.