Nacida en el siglo XI en el seno de la nobleza anglosajona, Margarita de Escocia vivió su vocación cristiana desde su propia condición de reina. Casada con el rey Malcom III, supo transformar la corte escocesa en un espacio de justicia, austeridad y piedad.Fue madre de ocho hijos, a quienes educó en la fe con dedicación ejemplar. Además, promovió la reforma de la Iglesia en Escocia, fortaleciendo la disciplina eclesiástica, fomentando la vida sacramental y renovando las prácticas litúrgicas de su reino.Destacó especialmente por su amor a los pobres: abría personalmente las puertas del palacio para atender a los necesitados, organizaba obras de caridad y compartía sus bienes con viudas, huérfanos y peregrinos. Su vida equilibró la oración constante con el ejercicio responsable del poder, mostrando que la santidad también puede vivirse en medio de las responsabilidades públicas.Margarita murió en 1093 con fama de santidad. Fue canonizada por su ejemplo de fe activa, y la Iglesia la recuerda como patrona de Escocia y modelo de gobernantes cristianos. Su memoria invita hoy a valorar la responsabilidad social, la solidaridad y la justicia como caminos hacia Dios.Otros santos y beatos conmemorados el 16 de noviembreSanta Gertrudis la Grande: monja y mística alemana del siglo XIII, modelo de vida interior y devoción eucarística.Santa Inés de Asís: hermana de Santa Clara, vivió la pobreza radical y la vida contemplativa en la Orden de las Clarisas.San Ruperto de Bingen: mártir alemán del siglo XIII, recordado por su testimonio juvenil de fe.San Edmundo de Abingdon: arzobispo inglés del siglo XIII, dedicado a la reforma moral y a la defensa de la justicia.Beata Honorata de Biała: religiosa servita polaca del siglo XX, ejemplo de caridad y fidelidad en tiempos difíciles.Beato Simeón de Cava: abad benedictino italiano del siglo X, promotor de la vida monástica y del servicio espiritual.