No estaba Carvajal. No estaba Le Normand. No estaba Huijsen. Tampoco estaba Rodri, Balón de Oro, casi nada. Ya ni les cuento, no pudo jugar Pedri, otro mago. Ni siquiera asomó la cabeza Nico Williams, la otra pubalgia famosa. Y, para colmo de males, de ausencias, de carencias, Lamine Yamal se tuvo que volver a casa porque el Barça, dicen, se enteró tarde de que el tratamiento que le han aplicado para curar su pubis, precisaba de diez días de descanso.Seguir leyendo....