La vida digital crea la fantasía, entre otras, de ser universal y etérea. Todo va por el aire sin sede física. Otra falsedad. Resulta que todo tiene una localización real (el célebre hardware), un sitio que tiene el nombre de una ciudad o comarca. Al final, tampoco es ese país sin banderas, idiomas ni fronteras.Silicon Valley, el valle del silicio, en California, es un ejemplo de lugar concreto en el que se asientan las principales compañías cibernéticas. En octubre se produjo una caída temporal y mundial de redes que llegó a localizarse en la avería de un edificio concreto en la costa Este de los Estados Unidos.Los billones de datos que parecen volar tienen al final que tomar tierra y salen de ella, agruparse en un punto concreto, ya sea un gigantesco complejo de servidores en un polígono industrial o el portátil que un criminal en su dormitorio.A nivel provincial, esta localización también tiene un nombre: San Fernando, una de las mayores localidades de la Bahía de Cádiz, ya al borde de los 100.000 habitantes se ha convertido en la teórica capital del ciberdelito.La Fiscalía ha detectado en los últimos años "tutoriales" en redes de mensajería muy populares en las que unos ciberdelincuentes adiestran a otrosLa Fiscalía Provincial admite a lavozdelsur.es la preocupación por el rápido incremento de los crímenes que se cometen a través de la red, tanto en su faceta relacionada con abusos sexuales como en la vinculada al daño económico: estafas, apropiaciones, ventas ilegales y suplantaciones.La situación es muy compleja, admite la coordinadora andaluza de la Fiscalía, Ana Villagómez. Hace justamente una década fue necesaria la creación de una Fiscalía de Ciberdelincuencia, específica. Mario Real está al frente de esta división concreta en la provincia gaditana.[articles:343785]Del pequeño engaño a la estafa millonariaAmbos representantes del Ministerio Público, así como las últimas memorias anuales que redacta y firma la Fiscalía Provincial de Cádiz hablan de "avalancha".El perfil de los acusados ha cambiado en los últimos cinco años según la información que manejan los fiscales gaditanos. De las grandes redes internacionales, los grupos delictivos mutan hacia pequeños equipos de jóvenes que "aprenden" a través de redes a realizar ataques cada vez más sofisticados.De la venta de ropa o los vehículos que no existen y el falso alquiler vacacional se ha pasado a la usurpación de cientos de identidades a la vez o la simulación de páginas bancarias capaces de limpiar todos los fondos de una persona en pocos segundos.Todos los usuarios están expuestos a poco que —por error, falla técnica o exceso de confianza— dejen abierta la mínima grieta en sus dispositivos personales, algo que puede suceder simplemente con responder a un correo o tratar de realizar una gestión en red.La Fiscalía de Cádiz ha llegado a detectar "tutoriales" en distintos canales de comunicación, muy populares, en los que unos estafadores adiestran a otros sin el menor pudor. El hecho de que cada vez sean más jóvenes, apenas con la mayoría de edad en algunos casos, influye en el protagonismo de San Fernando.Uno de los equipos especializados en ciberdelincuencia de la Policía Nacional. JUAN CARLOS TOROJavier García Bermejo, sociólogo sevillano, recuerda que San Fernando es una de las localidades de la provincia que mayor flujo de migración interna, provincial, recibió en los años 90, especiamente.Esa condición de ciudad receptora de nuevas familias, jóvenes, con hijos muy pequeños -o a punto de tenerlos-, hace que en 2025 sea uno de los municipios con mayor porcentaje de poblacion joven entre los 45 de la provincia.El ciberdelito busca, y encuentra, practicantes en una franja de edad que oscila entre los 15 y los 30 años. La Isla de León es una de las poblaciones con más vecinos en ese tramo demográfico, así que la combinación está servida.Las mismas fuentes de la Fiscalía consideran verosímil esta teoría demográfica y sociológica. A mayor concentración de jóvenes, más riesgo de incidencia.La llamativa concentración geográficaOcho de las diez mayores operaciones, con detenciones, contra el ciberdelito en la provincia de Cádiz desde 2018 han tenido en San Fernando, el lugar de residencia de todos, o una gran mayoría, de los presuntos criminales.Con el Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil cada vez más especializados y el Gobierno lanzando mensajes de alerta contra los abusos en las redes cada dos semanas, la Fiscalía de Cádiz destaca otro aspecto poco conocido de esta modalidad delictiva.Además de los autores de los delitos, las víctimas son -cada vez más- muy jóvenes, incluso menores de edad. Tanto en los ataques relacionados con el abuso sexual como en los ligados a las estafas o la apropiación económica."Y tenemos la sensación de que aún son muchos más que ni siquiera se denuncian porque las familias consideran que son episodios esporádicos, que no van a repetirse o por vergüenza. Como sucedía con los timos, hace años, la víctima puede tener sensación de culpa, de haber colaborado en el engaño".Leyes contra númerosLos portavoces de la Fiscalía Provincial afirman que los datos son tan alarmantes, los incrementos tan rápidos y el agravamiento de casos tan notable que las propuestas parlamentarias de regular el uso del teléfono móvil y el acceso a redes entre menores resulta casi una obviedad.Es más, aseguran que de aprobarse en los próximos meses "llega tarde" y probablemente no tendrá la contundencia necesaria para frenar este tipo de ataques sexuales y económicos, además de los delitos de odio como el bullying.Según la Memoria de la Fiscalía de Cádiz, los procedimientos judiciales ligados a la ciberdelincuencia en 2024 fueron 678 procedimientos, eso supone casi dos al día.Dos chicas en tratamiento por adicción al móvil, cubiertas durante una entrevista.Para entender la velocidad a la que se incrementan basta una cifra: en 2022, sólo 24 meses antes, eran la tercera parte, 235 ciberdelitos en un año.En las comisarías y cuarteles de la benemérita de la provincia, añade el informe anual del ministerio público, siete de cada diez denuncias y consultas que se reciben ya tienen que ver con la ciberdelincuencia, con el mundo digital de un modo u otro.Aunque la alerta es generalizada, la concentración de casos en San Fernando provoca preocupaciones concretas."Colapso" judicialLos sindicatos llegan a hablar de "colapso" en los juzgados de la ciudad isleña por la coincidencia, casi permanente desde 2022, de entre seis y diez causas abiertas contra posibles ciberdelincuentes.El número de afectados relacionados con estas investigaciones llega a superar las 1.500 personas y los investigados pueden ser más de 250 en determinados momentos."Los trabajadores están desbordados, frustrados porque no da tiempo a trabajar en una causa de este tipo con tanto volumen de actuaciones" llegaba a denunciar de forma pública la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) en San Fernando.Para entender la magnitud de la lucha contra la ciberdelincuencia en esta ciudad gaditana, los portavoces de los funcionarios recuerdan que ya desde 2018 se producen con cierta regularidad operaciones policiales en las que hay más de cien denunciados.Al mismo tiempo, en algunos de esos operativos, descubren que se han utilizado de forma fraudulenta miles de documentos, de bancarios a DNI, de más de 500 personas. Es fácil comprender, incluso desde el desconocimiento, desde fuera, que "el volumen de trabajo administrativo es inabarcable".Los sindicatos consideran "urgente" que se incremente de mayor dotación personal, no sólo con equipos especializados si no con más jueces y "un mínimo de tres funcionarios más por cada juzgado" isleño.