El objeto interestelar 3I/ATLAS se ha fragmentado durante su paso cerca del Sol liberando el 16% de su masa total, algo así como si un camión perdiera una rueda y media mientras circula. Este visitante procedente de fuera del Sistema Solar se está comportando de una manera que contradice todo lo que sabemos sobre cometas y asteroides. Las imágenes del telescopio espacial Hubble muestran una pérdida de material sin precedentes que está desconcertando a los astrónomos.Avi Loeb ha escrito en su propio blog que las matemáticas no cuadran. El objeto expulsó material 10.000 veces más rápido de lo esperado cuando se acercó al Sol, lo que significa que tendría que tener una superficie mucho más grande para generar tanta actividad. Es como si una pastilla efervescente hiciera burbujas como si fuera una pelota de fútbol. Las mediciones confirman que mide menos de 6 kilómetros, pero para explicar lo que vemos necesitaría medir al menos 23 kilómetros.Una composición química al revésEste es el momento en el que el Hubble captaba la ruptura de 3I/ATLASLa fragmentación revela algo sorprendente: 8 partículas de dióxido de carbono por cada una de agua, exactamente al revés de lo que encontramos en cualquier cometa normal. Es como si encontráramos un helado que es 80% chocolate y 20% vainilla cuando todos los helados que conocemos son 80% vainilla y 20% chocolate. Además, ya mostraba actividad cuando estaba a 900 millones de kilómetros del Sol, una distancia equivalente a seis veces la distancia entre la Tierra y el Sol.El radiotelescopio MeerKAT de Sudáfrica ha captado señales de radio del objeto a 98 kilómetros por segundo —más de 350.000 km/hora—, procedentes de moléculas que se liberan desde una superficie helada a -43°C. Pero las mismas señales de radio que están detectando no encajan con la cantidad de material que debería estar perdiendo un cometa normal de este tamaño.Loeb calcula que encontrar un objeto así tiene probabilidades de uno entre cien millones, como ganar la lotería primitiva. La combinación de tamaño, dirección de vuelo (va en sentido contrario al resto de objetos del Sistema Solar) y comportamiento tan raro es tan improbable que algunos investigadores están considerando si podríamos estar viendo efectos de algún tipo de motor artificial en lugar de procesos naturales. Una hipótesis que el propio Loeb no descarta y que está dividiendo a los científicos entre escépticos y defensores.El 19 de diciembre pasará a 270 millones de kilómetros de la Tierra —unas 700 veces la distancia a la Luna—, la máxima cercanía que alcanzará antes de marcharse para siempre del Sistema Solar. Aunque será complicado verlo desde España porque pierde brillo constantemente, los telescopios espaciales seguirán observándolo. En marzo de 2026, cuando pase cerca de Júpiter, la sonda Juno realizará mediciones de radio en frecuencias muy bajas que podrían resolver definitivamente este misterio.El caso del 3I/ATLAS está dividiendo a los astrónomos entre quienes buscan explicaciones naturales más complejas y quienes consideran que podríamos estar ante algo extraordinario. Las observaciones contradicen todo lo establecido sobre objetos procedentes de fuera del Sistema Solar, convirtiendo a este visitante en el más polémico jamás detectado.El artículo El 3I/ATLAS se rompe cerca del Sol generando una gran controversia: los científicos están realmente confusos fue publicado originalmente en Andro4all.