Incrementan los riesgos de importación de gas, según Fitch Ratings. La diferencia entre la oferta y la demanda de gas en Colombia se está haciendo cada vez más grande ante la baja de la producción y las demoras en la entrada de nuevos suministros. Fitch Ratings señaló que habría un déficit de entre 5 % y 7 % de este energético para todo 2025, y agregó que este se ampliará a 12 % en 2026, incluso a 27 % en 2027.Para mayo de 2025, la producción llegó a su mínimo en los últimos 10 años; esta se ubicó en 800 millones de pies cúbicos por día, con una contracción cercana a 18,1 % frente a las cifras de 2024, lo que deriva en una mayor dependencia de la compra de gas al exterior y presión sobre la infraestructura energética.Los costos de importación de gas lo podrían asumir los usuarios. Imagen: Kindel Media de Pexels a través de Canva.comLa calificadora señaló que los riesgos de racionamiento se están elevando porque también se están retrasando los nuevos proyectos de importación con la finalidad de satisfacer la demanda. A lo que agregó que las fuentes de suministro en el mar Caribe entrarían a partir de 2030.A pesar de este contexto, las compañías transportadoras y distribuidoras de gas siguen teniendo un perfil estable. Mencionó que la regulación existente permite trasladar a los usuarios finales las alzas en el precio de la molécula y todos los costos adicionales de transporte y regasificación, es decir, la conversión del gas natural licuado a estado gaseoso para luego inyectarlo a los gasoductos, y de esa manera, trasladarse en toda la cadena hasta llegar a los usuarios finales.También dijo que el aumento en los precios finales no deteriora los índices de recaudo, que permanecen arriba de 90 %. Esto se apoya en la baja elasticidad de la demanda y la competitividad del gas frente a otras fuentes energéticas; esto quiere decir que, aunque el gas incremente en sus precios, las personas van a seguir consumiendo este energético.Existen riesgos como la volatilidad del gas natural licuado y del tipo de cambio. Fitch agregó que también hay posibles intervenciones tarifarias y que clientes industriales que consumen gas puedan tengan riesgos producto de esta situación. Por lo tanto, consideró que la estabilidad crediticia se mantendría mientras haya capacidad de traslado de costos y se refuercen los contratos de suministro y de regasificación, así como la gestión activa de la cartera y de la liquidez.Luego afirmó que la regulación actual prioriza la demanda esencial, es decir, el consumo de hogares y sector comercial, lo que incrementa la vulnerabilidad del rubro industrial no regulado, que está expuesto a compras en bolsa y a mayores presiones en los precios. Para 2026, proyectó un desbalance de alrededor de 11 % para la llamada demanda esencial y de 50 % para el segmento industrial, que representa 38 % de la demanda total de gas.Con base en lo anterior, anticipó un aumento en los precios de bolsa hasta niveles que pueden estar por encima de US$20 por millón de unidades térmicas británicas, que venían de niveles aproximados a US$10. La calificadora señaló que la magnitud de esto estará condicionada por la disponibilidad para recibir el energético por las importaciones, la elasticidad de la demanda industrial, la hidrología y las medidas regulatorias que se puedan adoptar de manera eventual, así como por la modernización de la exposición a los precios de bolsa.Según la calificadora, crecieron los riesgos de mayor importación. Imagen: PublicDomainPictures de Pixabay a través de Canva.comRecalcó que el segmento regulado tuvo impactos diferenciales en sus precios por región y que, para 2026, todo dependerá de las cantidades que se logren importar. Manifestó que las distribuidoras en Bogotá y Medellín ya implementaron ajustes de aproximadamente 36 % y 21 % respectivamente, y que en la costa atlántica el incremento llegó a 10 %.Señaló que, ante este panorama, lo que se requiere son contratos de largo plazo que aseguren volúmenes y con ello se reduzca la incertidumbre sobre la volatilidad de los precios.Más alternativas para la importación de gasFitch aclaró que existen limitantes en la infraestructura de importación, ya que, la única alternativa para traer el hidrocarburo del exterior es la Sociedad Portuaria El Cayao, filial de Promigas y localizada en Cartagena, que tiene una capacidad de conversión de gas natural licuado a estado gaseoso de aproximadamente 533 millones de pies cúbicos diarios, lo que resulta insuficiente para cubrir de manera constante el déficit de gas a nivel nacional, que se ubica en 1.100 millones de pies cúbicos por día.La calificadora también expresó que el Gobierno Nacional, a través de la Unidad de Planeación Minero-Energética, UPME, priorizó tres nuevos puntos de entrada de gas importado a finales de 2026; estas se ubican en Buenaventura (60 millones de pies cúbicos diarios), Coveñas (400 millones de pies cúbicos diarios) y Ballena (260 millones de pies cúbicos diarios).Cabe señalar que el punto en Coveñas necesita de la reconversión del oleoducto a gasoducto, es decir, de una infraestructura de transporte que ya no transporte petróleo, sino gas, para que se incorpore al sistema. Mientras que el punto en Ballena podría ser desarrollado por la transportadora de gas internacional, TGI, filial del Grupo Energía Bogotá GEB.Destacado: MinEnergía anuncia medidas para garantizar el suministro de gas en Meta y CasanareLa calificadora manifestó que, en este contexto, la estabilidad crediticia de las empresas distribuidoras y transportadoras va a depender del reforzamiento de los mitigantes que generan incertidumbre, el impacto en la caja de las necesidades de capital de trabajo para financiar las fluctuaciones de cartera y pago de dividendos, así como de la capacidad del sector para diversificar las fuentes de suministro.—