La gripe aviar dispara la alarma: ¿Sigue siendo seguro el consumo de pollo y huevos?

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El Gobierno decidió ayer jueves extender a todo el país el confinamiento de las aves de corral, una medida que refuerza la aprobada el lunes y que ya afectaba a 1.201 municipios catalogados como zonas de especial vigilancia. La decisión coincide con un aumento de la circulación del virus H5N1 en aves y algunos mamíferos, aunque los expertos consultados insisten en que el riesgo para la población general es muy bajo.Víctor Briones, catedrático de Sanidad Animal de la Universidad Complutense de Madrid, recuerda que no estamos ante un brote nuevo, sino ante la continuidad del iniciado a finales de 2020. Define la situación como una pandemia animal causada por una cepa que ha logrado infectar a varias especies de mamíferos, incluidas vacas, aunque sigue teniendo a las aves como reservorio principal. Contagiarse, señala, exige una exposición "intensa y duradera" a aves enfermas, como puede ocurrir durante el sacrificio sin protección adecuada. Por ello subraya que la mayoría de la población "no tiene riesgo" y recuerda que no deben tocarse aves silvestres muertas.Briones considera "sensata y razonable" la medida del Gobierno, especialmente ahora que la llegada de aves migratorias aumenta la posibilidad de que el virus alcance humedales españoles. Cuanta más circulación viral exista, añade, mayor es la probabilidad de que aparezcan variantes, aunque esto no implica un riesgo inmediato para los humanos.Un salto difícil y un consumo seguroJosé María Eiros Bouza, director del Centro Nacional de Gripe de Valladolid, explica que el salto del virus al ser humano "no es un evento fácil". La hemaglutinina de los virus aviares reconoce receptores distintos a los de los virus humanos, lo que actúa como barrera natural. Aunque ha habido casos aislados, la transmisión entre personas sigue siendo "inusual".En cuanto a la seguridad alimentaria, ambos expertos coinciden en que no hay motivos para dejar de consumir carne de ave o huevos. Briones recalca que cualquier brote en una granja implica el sacrificio total de los animales, por lo que no llegan a la cadena alimentaria. Además, el virus es muy sensible al calor y se inactiva con un cocinado básico. Eiros resume: "El consumo de alimentos no conlleva este riesgo".Vacunarse y lo que vieneEiros señala que las vacunas estacionales generan anticuerpos heterotípicos de bajo nivel que podrían ofrecer cierta protección cruzada frente a variantes aviares. Añade que ya se trabaja en una vacuna específica para esta cepa, con compañías que cuentan con estudios avanzados para estrategias vacunales frente a virus potencialmente emergentes.Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y no te pierdas la última hora y toda la actualidad en nuestro perfil de Google.