Kagurabachi 1, de HOKAZONO Takeru

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Edición original: Kagurabachi (カグラバチ) Edición española: Kagurabachi Guion: HOKAZONO Takeru Dibujo: HOKAZONO Takeru Formato: Rústica con sobrecubierta. 216 páginas Precio 8.95€ Con el final de Boku no Hero Academia, Jujutsu Kaisen y Kimetsu no Yaiba, muchos se han preguntado quiénes serán los próximos en conquistar la cima del shōnen. Las historias de acción, aventura y superación personal que caracterizan al género siempre han sido las más aclamadas por el público, y cada generación crece adorando al menos una de ellas. ¿Cuáles serán los sucesores de las obras que tanto han inspirado a nuestra generación y a las anteriores?Kagurabachi es un título que ha resonado con fuerza en este mundillo, siendo considerado por algunos como una de las aspirantes más firmes al trono. Empezando su fama como un simple meme en redes sociales, ha conseguido romper records de ventas y afianzarse en el mercado. Pero, ¿qué es exactamente lo que tiene para ofrecernos?De primeras, la obra nos presenta a Chihiro Rokuhira, un joven aprendiz de herrero que trabaja junto a su padre, un artesano respetado en todo Japón por las katanas que forja. Chihiro disfruta de una vida aparentemente tranquila hasta que una tragedia sangrienta irrumpe en su hogar: su padre es asesinado por un grupo de hechiceros que buscan sus espadas y logran hacerse con ellas. Impulsado por la venganza, Chihiro toma la séptima espada (la única que dejaron atrás los atacantes) y emprende un camino peligroso para recuperar las armas robadas y ajustar cuentas con quienes destruyeron su mundo.La premisa es sencilla: la tragedia que rompe la paz del protagonista y lo impulsa a actuar. No es, desde luego, una idea original; se ha repetido una y otra vez en el género, y seguirá haciéndolo. ¿Por qué? Porque, cuando se ejecuta bien, funciona.Lo que distingue a Kagurabachi del resto son, principalmente, dos factores: la combinación de fantasía oscura (espadas encantadas, hechicería) con una ambientación centrada en herreros, honor y traición, y la figura de Chihiro, que se aleja del típico protagonista inocente y bondadoso. Él se mueve en una escala de grises que lo hace mucho más interesante: tiene dos objetivos muy claros: vengar la muerte de su padre y recuperar las katanas robadas; ambos impulsados por un egoísmo comprensible, y no duda en matar para alcanzarlos. Es un antihéroe que protegerá a los inocentes en la medida de lo posible, pero no tendrá piedad con quienes considere despreciables.El ritmo de este primer tomo es dinámico. Desde las primeras páginas, el lector entiende cuál es la propuesta: la tragedia ocurre, la misión comienza y la historia se pone en marcha. La información sobre el mundo, las katanas, la hechicería e incluso la relación entre Chihiro y su padre se presenta de forma fluida, sin frenar la acción ni saturar con largos cuadros de diálogo. Esto hace que la lectura se sienta ágil y adictiva. Aun así, aunque el ritmo es rápido, no resulta apresurado: hay espacio para que las emociones del protagonista se desarrollen antes de lanzarse al combate. El equilibrio entre la construcción narrativa y la acción está muy bien logrado para ser un primer volumen.Uno de los grandes aciertos de Kagurabachi está en su dibujo y composición de viñetas. Hokazono consigue una gran fluidez en el panelado, de modo que las escenas de acción cobran vida. La composición de página destaca por sus ángulos cinematográficos, dobles páginas bien aprovechadas y el uso inteligente de la rotura de paneles en momentos clave. El tono general es más oscuro que el de muchos shōnen recientes, con un enfoque más serio y gráfico en la representación de las armas y la sangre, lo que le da un aire más maduro.La edición de Planeta Cómic cumple con los estándares del género: formato compacto, tapa rústica con sobrecubierta y 216 páginas. La traducción mantiene el tono sobrio, sin recurrir a un humor excesivo, lo que encaja bien con la atmósfera seria de la obra. En general, una edición correcta y consistente con lo que la editorial suele ofrecer. En cuanto al lanzamineto, Planeta ha decidido sacarla en packs con otras obras del género como One Piece, Boruto o Kaiju 8. La salida del primer tomo en solitario se espera para el próximo 3 de diciembre, y contará con dos versiones: la normal, y la edición especial con una portada alternativa.En conclusión, este primer tomo de Kagurabachi cumple con creces su cometido: establecer un conflicto que engancha, presentar un mundo con reglas propias y mostrar un protagonista decidido, algo esencial en un shōnen de acción. Su narrativa combina emoción y dinamismo, y su apartado visual es una de sus mayores fortalezas, capaz de elevar los combates a momentos verdaderamente memorables.Aunque no destaca por su originalidad, lo que hace lo ejecuta con estilo, fuerza visual y ritmo ágil. La edición española, sin grandes lujos pero cuidada, permite disfrutar plenamente de una lectura que deja con ganas de más. ¿Conseguirá mantenernos en vilo, siguiendo los pasos de Chihiro y sufriendo con él? ¿Calará en la nuevas generaciones y conseguirá grabar su nombre en nuestros corazones? Es muy pronto para decirlo, pero puedo entender las expectativas. Lo mejor• Las escenas de acción son fluidas, cinematográficas y muy bien paneladas; el arte transmite dinamismo y fuerza.• Chihiro rompe con el molde del héroe shōnen tradicional; es un antihéroe con motivaciones egoístas.Lo peor• La historia de venganza y pérdida no aporta una gran novedad dentro del género. Tiene riesgo de caer en los tópicos y ser simplemente una obra más.