Un descubrimiento reciente ha sorprendido a la comunidad científica: un compuesto químico, desarrollado en un laboratorio latinoamericano, ha mostrado resultados que nadie anticipaba. En pruebas preclínicas, logró revertir señales clave del deterioro cognitivo. Lo que este avance insinúa podría transformar la forma en que abordamos una de las enfermedades más devastadoras del mundo.