La iniciativa privada del país demandó al gobierno federal generar un ambiente que mejore la percepción empresarial y del consumidor, principal fuente de la inversión y el consumo en el país y que activa a la economía nacional.TE PUEDE INTERESAR: Brasil recibe la COP30: el mundo busca respuestas ante el avance del cambio climáticoEllo, ante los resultados dados a conocer por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) hace unos días, en donde señala que la inversión fija bruta mantiene su tendencia descendente y “en donde el mayor debilitamiento se observa en el comportamiento de la inversión pública debido a una asignación de recursos públicos limitada”.El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), en su análisis semanal, recuerda que el comportamiento de la inversión refleja en buena medida la confianza empresarial, toda vez que es el sector que genera empleos en el país.Datos recientes del INEGI muestran que, con base en cifras desestacionalizadas, la inversión fija bruta, en agosto pasado registró una disminución mensual de 2.7%, lo que propició que en su comparación anual reportara una caída de 8.9%, con lo que acumuló 12 meses consecutivos a la baja.Y con cifras originales, sin ajuste estacional, el mayor debilitamiento se observa en la inversión pública, que reportó en agosto pasado una caída anual de 21.2%, sumando 16 meses consecutivos a la baja, de los cuales 12 han reportado caídas de dos dígitos.Lo anterior hace ver grandes inversiones en el sexenio anterior para concluir los proyectos prioritarios. Pero a partir de ahí, “la asignación de recursos públicos en inversión física ha sido limitada, dadas las crecientes necesidades de gasto en otros rubros, en especial para los programas prioritarios, donde resalta la pensión de adultos mayores”, señaló el CEESP.El CEESP observa que lo más preocupante es que, dada su mayor participación relativa, el origen principal de la caída en la inversión total es la disminución de 9.0% en la inversión privada, “principal motor del crecimiento y la creación de empleo. Y que se asocia principalmente con la incertidumbre por diversos temas de la coyuntura, como la incertidumbre por la política arancelaria de los Estados Unidos y la revisión del T-MEC.También por los efectos de la reforma judicial y los cambios a la Ley de Amparo, asociados con la fortaleza y claridad de las reglas del juego y la protección de los derechos frente a posibles abusos de las autoridades, propiciando un ambiente de mayor cautela para la inversión. Y crece la intranquilidad por los mayores niveles de violencia, inseguridad e impunidad.Pero la confianza del consumidor también se debilita y externa su preocupación por la situación actual y futura tanto de los hogares como de la economía en general, lo que se refleja en sus decisiones de consumo. Se perciben dificultades para conseguir un empleo formal y mejor remunerado, indican cifras de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, mientras que la ocupación en el sector formal se reduce y aumenta la informalidad.En octubre, el indicador de confianza del consumidor reportó una caída anual de 3.2%, que además de ser su décima baja consecutiva fue la mayor desde noviembre del 2022.En este contexto, es poco probable que el ritmo de avance de la economía mejore en lo que resta del año. Incluso el pronóstico de crecimiento de los especialistas del sector privado se corrigió a la baja en octubre para ubicarse en 0.5% y preocupa que la expectativa para el próximo año también se corrigiera a la baja para ubicarse en 1.3%, un punto menos que el pronóstico oficial de 2.3%.The post Baja la certidumbre en inversión privada y consumo en México: CEESP first appeared on Ovaciones.