San Luis Potosí, S.L.P. — En un ambiente de expectación y emoción, se llevó a cabo la presentación oficial ante los medios de comunicación de la Encerrona de Fermín Rivera, un acontecimiento que promete marcar un capítulo en la tauromaquia mexicana. El evento se desarrolló en el marco de los 130 años de la Monumental “El Paseo-Fermín Rivera”, los 20 años de alternativa del matador potosino y los 60 años de la ganadería Fermín Rivera, fundada por su abuelo en 1965.TE PUEDE INTERESAR: Benfica impartirá clínica en México ¡con la posibilidad de probarse en Europa! Inscripciones, fechas, precios y todo lo que debes saberDurante la presentación, el diestro conversó con la prensa, compartiendo detalles de este compromiso personal y profesional, que él mismo ha calificado como “el mayor reto de mi carrera”. Como parte del encuentro, toreó un novillo de su propio hierro, demostrando el momento de plenitud taurina que atraviesa y dejando ver la madurez técnica y artística que lo distingue.“Una tarde que puede marcar mi carrera”Con serenidad y sinceridad, Fermín Rivera explicó ante los medios la dimensión de este acontecimiento, no solo por su significado simbólico, sino también por la exigencia personal que implica: “Para mí, en lo personal, es algo histórico. Es una tarde que puede marcar mi carrera. Es un reto y una gesta muy importante en lo físico, en lo mental, y también en lo taurino. Es el momento de demostrar quién soy como torero y el lugar que ocupo dentro de esta profesión”, expresó.El matador subrayó que la decisión de realizar esta encerrona surge de un deseo profundo de agradecer y de cerrar un ciclo importante en su trayectoria: “No quiero demostrar ser más que nadie, ni buscar un protagonismo vacío. Simplemente quiero agradecer a toda la gente que me ha acompañado en el camino, a quienes han creído en mí. Esta encerrona es una manera de devolverles un poco de lo que me han dado”, señaló.Una dinastía que sigue vivaEl escenario elegido no es casual. La Monumental “El Paseo-Fermín Rivera” lleva el nombre de su abuelo, figura legendaria de la tauromaquia mexicana. Sobre ello, Fermín reflexionó:“Poder hacerlo en esta plaza, que lleva el nombre de mi abuelo, tiene un significado enorme. Joaquín Guerra tuvo la visión de rendirle homenaje dándole su nombre, y ahora, torear aquí seis toros de la ganadería que él fundó, es cerrar un círculo muy especial. Se conjugan muchas fechas, muchos aniversarios y emociones: 130 años de la plaza, 60 de la ganadería, 20 de mi alternativa. Todo eso hace que esta cita sea única.”El matador añadió que la ganadería Fermín Rivera, fundada en 1965, representa la herencia viva de una familia que ha contribuido al arte del toreo con constancia y carácter: “Es una dinastía que continúa con orgullo y responsabilidad. Matar seis toros de mi casa implica una carga emocional y simbólica enorme. Es una responsabilidad fuerte, pero también una ilusión muy grande. Me motiva y me inspira enfrentar este reto con madurez y serenidad.”Un momento de plenitudRivera reconoció que llega a esta cita en un momento de madurez taurina, fruto de dos décadas de experiencia, lucha y aprendizaje en los ruedos. “Creo que los retos hay que asumirlos cuando uno los ve con claridad, y hoy lo hago así. Sé lo que significa matar seis toros, y sé que es un desafío total, pero estoy en el momento justo para hacerlo. Es un compromiso conmigo mismo y con lo que represento.”El torero habló también sobre el contexto actual de la tauromaquia y la necesidad de defenderla con convicción: “Vivimos tiempos difíciles, con muchos ataques y cuestionamientos hacia nuestra profesión. Pero los que amamos la fiesta debemos mantenernos firmes. Lo que nos queda es defenderla y difundirla con respeto, pasión y entrega. Esta encerrona es también una forma de hacerlo, de reafirmar que la tauromaquia sigue viva y tiene sentido.”La pureza del toreoFermín Rivera hizo hincapié en su concepto del toreo, alejado de la inmediatez y de la búsqueda de aplausos fáciles.“Siempre he intentado mantenerme fiel a mi forma de sentir el toreo. No busco el aplauso fácil ni la superficialidad, sino la verdad, la pureza, la estética. El toreo debe transmitir, emocionar, tener profundidad. Tal vez eso lo hace más difícil, pero es lo que le da trascendencia”, explicó.Añadió que, en tiempos donde la sociedad cambia y las corrientes artísticas se diversifican, mantener un estilo clásico también implica resistencia: “El toreo evoluciona y hay modas, pero lo esencial no cambia. El toreo con gusto, con pureza, siempre trasciende. Sé que mi estilo no es el de todos, pero es el mío, y me enorgullece seguir defendiéndolo.”Un acto de gratitud y feLa cita del viernes 21 de noviembre no solo reunirá fechas conmemorativas, sino también la emoción de una vida dedicada al toro. Fermín Rivera lidiará seis toros de su ganadería, en una tarde histórica para la tauromaquia potosina y nacional.“Es un cúmulo de emociones. No se trata solo de una fecha o un festejo más, sino de un acto de gratitud y fe. Lo hago desde el amor al toro, a mi familia y a mi tierra. Es el momento de hacerlo, y lo voy a vivir intensamente”, concluyó.La Encerrona de Fermín Rivera será una oportunidad para que el público potosino presencie la evolución de un torero que, con madurez, autenticidad y respeto por su linaje, se dispone a escribir una nueva página en la historia del toreo mexicano.Fotos: Manolo BrionesThe post Fermín Rivera presenta su encerrona: una cita histórica que honra la dinastía y desafía su carrera first appeared on Ovaciones.