Los copresidentes de Nicaragua, Daniel Ortega y Rosario Murillo, han recurrido este martes a una vieja táctica de lavado de cara: excarcelar y exhibir a presos políticos que estaban en condición de desaparición forzada. El movimiento se produce en vísperas de una decisión crucial para el régimen sandinista: la Administración de Donald Trump tendrá que determinar si expulsa al país centroamericano del tratado de libre comercio DR-Cafta o si le impone aranceles del 100%, debido a las violaciones sistemáticas a los derechos humanos en el país centroamericano que son “una carga para el comercio estadounidense” —según una investigación de la Oficina del Representante Comercial de Washington—. Seguir leyendo