Edición original: Metamorpho: The Element Man #1-#6 (DC Comics, 2025)Edición nacional/España:All In Metamorfo (Panini Comics, 2025)Guion: Al EwingDibujo: Steve LieberEntintado: Steve LieberColor: Lee LoughridgeTraductor:: Gonzalo QuesadaCorrector: Enrique Acebes y Marcos MuñozDiseño y rotulación: Fanhunter, Nuria Moreso, Carlota Llobet, David Carro y David Arellano.Formato: Cartone. 176 páginas. 12,00 €La esencia olvidada del personaje.«y el pobre bobo ni siquiera lo sabe»Metamorfo creado por Bob Haney y Ramona Fradon, a partir de la idea de George Kashdan debutó en The Brave and the Bold # 57 (1965).En este “nacimiento” vemos a Rex Mason, un soldado de fortuna a sueldo de Mr. Millions aka Simon Stagg, un multimillonario tan rico como retorcido. Rex es pareja de Sapphire, hija de Stagg. A causa de una misión en una pirámide egipcia, Mason se ve expuesto al Orbe de Ra. Su cuerpo transforma en el de un colorido monstruo deforme con el poder de adoptar las características de cualquier elemento químico. Una gozada para los fans de la química y una oportunidad para aprender sobre los elementos.Sapphire considera que la belleza está en el interior y no deja de amar al antes apuesto Rex Mason.Las primeras aventuras de Metamorpho, escritas por Haney y dibujadas por la fabulosa Ramona Fradon son pura edad de plata. Con un tono divertido, cuasi humorístico se caracterizan por cierta locura y capacidad de sorprender al lector en parte por los imprevisibles poderes de Rex, en parte por la época que estaban viviendo los tebeos, en parte por el equipo artístico. El diseño de Metamorpho apenas de ha visto alterado con los años.Se tratan de aventuras con una fuerte carga de texto, un tono socarrón, un poco de charlatán de feria y un dibujo bastante por encima de la media de la infravalorada Fradon. Sin embargo, la colección en solitario sesentera de Metamorpho no pasó de los diecisiete números, convirtiendo al personaje en secundario que pululaba por las colecciones grupales de DC. En los ochenta tuvo la oportunidad de formar parte de una de las cabeceras más interesante precrisis, los Outsiders de Batman. Allí, debido a la duración tuvimos la oportunidad de profundizar más en el personaje, pero claro, eran los ochenta. Los cómics estaban contaminados por la angustia existencial de los mutantes y los Titanes en DC. Metamorpho desarrolló una personalidad más “realista”, más acorde con el trauma que supuso su transformación monstruosa. Algunos que lo conocieron en esa etapa (que no son tantos) consideran que esa es la genuina esencia de Metamorfo.El personaje murió en el evento Millenium y volvió amnésico en Invasion , seguidamente lo presentaron como padre de un monstruito en la JLE. Volvió el personaje a una colección desenfadada e hipermegacachas en una versión perpetrada por el image-nativo Bart Sears en la JLE. Sin embargo, allí, Mason no dejaba de ser una amargado, huraño y antipático con su humor seco y sus cejotas. Se mantenía la esencia del héroe atormentado por su deformidad.Volvió a protagonizar su cabecera de manos de Mark Waid y Graham Nolan, pero la cosa volvió a salir rana. Tanto que volvió a morir a manos de Morrison en su JLA. Regresó en el número deceíta por excelencia de la misma colección, el 52, para convertirse otra vez en un héroe errante de la editorial (Patrulla Condenada y Terrifics).Llegados a este punto Al Ewing y Steve Lieber toman las riendas de esta miniserie (que ya se ha anunciado que no renovará) en la iniciativa All In.¿Qué tenemos aquí?El regreso del Metamorfo original. Es así. El de la Edad de Plata. Pero no solo Metamorfo, si no la colección es una versión moderna (por sus temas, esencia, dibujo, tecnología, etc) del trabajo de Haney y Fradon.Ewing está verborreico, disciplente, eufórico, de subidón, simpático, divertido, imaginativo, juguetón… loco. La serie es un homenaje a los 60, tiene su rollo psicodélico, imprevisible… y un poco plasta, un poco turras… todo hay que decirlo.No por nada, pero es un contraste fuerte con la tendencia del comic actual descomprimido de lectura ágil. Este es un tebeo con cuadros de texto extensos, eso sí, muy divertidos, 100% aprovechables, llenos de jugo. Y el segundo contraste fuerte viene con “el Metamorfo” de muchos lectores. Porque nada tiene que ver con el agonías de los Outsiders (dicho con respeto que luego me regañan), ni con el cáustico “humor” del miembro de la JLE. Aquí el personaje es un poco pelele, entiéndaseme bien, la colección tiene tanta personalidad, es tan eufórica, la presencia del triángulo Sapphire-Simon-Java (y el resto de secundarios, como Urania Blackwell) es tan fuerte que Rex se inhibe y parece algo más plano.Estas son las cartas que tenemos y el lector debe decidir si quiere jugar o no. Por otra parte, Ewing es lo que es (inglés para más señas) y su humor irónico se percibe en el carrusel de homenaje edadplatense de este cómic. Moore ya hizo cosas así en Supreme, en Top Ten (sobre todo en el spin off Smax, The Barbarian) y en sus colaboraciones en las revistas británicas.Tenemos monstruos imposibles, villanos locos, inventos descacharrantes, deformaciones imprevistas, versiones esperpénticas del esperpéntico Rex Mason, parodias y mucho cachondeo.Pero no será del gusto de todos. Por otra parte, Lieber es un dibujante adecuado para dibujar humor, pero a veces parece un poco superado por la mente hiperactiva de Ewing. Se evidencia en la rigidez de sus figuras y en páginas con enormes viñetas con poco fondo (la cuenta de ahorro de todo dibujante que se precie en el mercadomericano).Lieber es más dibujante de humor verbal, al estilo sitcom, al estilo Maguire, al estilo JLI (en definitiva). Qué bien le hubieran sentado los guiones de Giffen y De Matteis. Qué bien hubiera estado en la JLE en lugar de Bart Sears.Pero de nada vale lamentarse. Quizás un dibujante más cartoon hubiera sido demasiado “azúcar” para el tebeo.El dibujante cumple y sus versiones deformadas de Metamorfo derritiéndose o los “otros” elementales, bien valen la pena. También es cierto, que pocas veces hemos visto a Rex Mason tan guapo, no en vano, Lieber es un embellecedor. Mención especial recibe la página de la pirámide por dentro. Y es que hay mucha imaginación en este cómic.La edición es otro aspecto en el que hay que detenerse. Son 6 grapas, 12 euros y algunos extras como varios textos que nos ponen en contexto con la historia del personaje y la declaración de intenciones de los autores. En algún momento parece una justificación o incluso una advertencia por lo que los lectores se van a encontrar. Ya que se trata de un cómic bastante diferente y con un tono distinto de lo habitual. Tenemos además la ficha que dibujó Jim Aparo sobre el personaje (que también sale en el cómic).Volvemos al precio. 12 euros por 6 grapas que se leen como si fueran una docena de lo cargadas de texto que van. Una ganga visto como está el mercado.(Otra) mención especial merece la traducción de Gonzalo Quesada. Pudimos leer la versión original del cómic y no ha tenido que ser fácil verter la cantidad de matices, chistes y guiños de Ewing en esta edición.¿Lonnie Donegan? jajajajajLo mejor• Un homenaje a la Edad de Plata de los cómics.• Es de lectura infinita gracias a los homenajes y chistes constantes.Lo peor• Es muy Edad de Plata, y a algunos no les va a gustar.