Veamos. Pueden ocurrir dos cosas. Una, que a Joan Laporta le haya entrado miedo ante la repentina aparición de Leo Messi. O, dos, que quiera atar, cuanto antes, los 30.184 votos de los socios que le convirtieron en claro vencedor de las últimas elecciones. O, tres, que una cosa le haya llevado a la otra. Es decir, que, surgido el temor de que a La Pulga’ se le ocurra decantar las elecciones, el presidente haya decidido atar los votos y simpatías de sus socios cuanto antes.Seguir leyendo....