Las tres menores investigadas por un presunto caso de bullying en relación con la muerte de Sandra Peña, la joven de Sevilla que se suicidó el pasado mes de octubre tras supuestamente sufrir acoso escolar, comparecerán este lunes, 17 de noviembre, ante la Fiscalía de Menores de Sevilla.La citación se produce pocos días después de que, el pasado miércoles 12 de noviembre, los padres de Sandra acudieran a la Fiscalía en calidad de testigos perjudicados. Su comparecencia se prolongó durante cuatro horas y, a su salida, la familia pidió una sanción “contundente y ejemplarizante” para el centro educativo donde estudiaba la joven, el colegio Irlandesas de Loreto.[articles:345860]Ese mismo día estaban citados también el director del centro, Francisco Suárez; la jefa de estudios; la orientadora y la tutora de la menor. Todos ellos evitaron realizar declaraciones tanto a su llegada como a la salida de las dependencias judiciales de la avenida de la Buhaira."No puede haber otra sanción que no sea la más alta"El tío de Sandra y portavoz de la familia, Isaac Villar, explicó que los padres acudieron “con la tranquilidad de que contarán la verdad”, aunque también “con malestar, por tener que volver a revivirlo todo”. Según señaló, la familia “se ha sentido siempre muy arropada por la Junta de Andalucía, por la Consejería de Desarrollo Formativo y Formación Profesional y, muy especialmente, por el Defensor del Pueblo”.Por ello, aseguró confiar “plenamente en que la Junta esté a la altura y sea contundente” en la comisión de conciliación que deberá decidir la sanción administrativa para el colegio. A su juicio, “no puede haber otra sanción que no sea la más alta”, porque los errores cometidos en el centro “han provocado la decisión que tomó mi sobrina de quitarse la vida”.Dos expedientes abiertos por el Ministerio PúblicoLa investigación continúa abierta tras la entrega a la Fiscalía del informe policial sobre el presunto acoso escolar sufrido por la joven sevillana.El Ministerio Público mantiene dos expedientes: uno de reforma juvenil, centrado en determinar la posible implicación de varias menores; y otro de supervisión, que evalúa la actuación y la posible responsabilidad del centro educativo donde estudiaba la víctima.Ambas líneas de investigación siguen en marcha para esclarecer todas las circunstancias que rodearon el caso.