Casi una década después de los que parecía que serían los últimos conciertos de Roxette , la banda sueca ha regresado a los escenarios anoche actuó en el Roig Arena dentro de su nueva gira internacional. Lo hizo sin la icónica Marie Friedriksson , fallecida en 2019 a causa de un cáncer, pero con su legado muy presente. El otro 50% de la banda, Per Gessle, decidió retomar el proyecto de Roxette de la mano de la superestrella sueca Lena Philipsson, catapultada a la fama en 2006 por su participación en Eurovisión. El nuevo dúo devolvió a los escenarios el encanto atemporal de la música de Roxette. Precisamente, la gira «Roxette In Concert» celebra la historia y la magia del dúo. En el concierto de Roig Arena, a Gessle y Philipsson acompañaron los músicos originales de la banda Clarence Öfwermann y Jonas Isacsson, así como Christoffer Lundquist, Magnus Börjeson, Magnus «Norpan» Eriksson y Dea Norberg. El concierto de uno de los actos pop más exitosos de todos los tiempos arrancó en torno a las nueve de la noche, con los seguidores del grupo inmersos en un halo de nostalgia. El concierto ha recorrió los temas más emblemáticos del grupo. Arrancó fuerte, ya que la mítica «Sleeping In My Car» sonó en segundo lugar, y continuó con temas atemporales como «It Must Have Been Love», la archiconocida «How Do You Do!» -ampliamente popular gracias a su aparición en la película «Pretty Woman»- o «Joyride». Uno de los momentos más emotivos de la noche fue cuando la banda sueca tocó el Himno de la Comunitat Valenciana, ante la sorpresa ovación y del público. Tras interpretar «Listen To Your Heart», «The Look» y «Queen Of Rain» cerraron un concierto para el recuerdo. El concierto de Roxette supuso un viaje en el tiempo a las décadas de los 80 y los 90, en las que el dúo sueco era de lo más sonado en la radiofórmula y en las que Roxette marcó un antes y un después en la memoria de sus seguidores.