Ha querido la justicia poética que Antonio Fernández Díaz ' Fosforito ' abra el cielo con su llave del cante cuando el Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba que lo encumbró casi hace 70 años busque nuevos artistas en esa selección máxima. Jóvenes promesas que se miran en ese espejo de aquel muchacho de Puente Genil que rompió moldes en las tablas del Gran Teatro en 1956. O que el mundo entero celebre la universalidad de un patrimonio emocional, cultural y artístico único bajo el sello de la Unesco. Mientras el orbe del arte jondo se deshace en elogios sentenciosos con Fosforito -siendo una controvertida y muy subjetiva coexistencia la de sus protagonistas- los recuerdos fluyen entre las grandes... Ver Más